Las opiniones occidentales sobre China se agriaron en medio de la pandemia de COVID-19 con cifras récord en países desarrollados que perciben desfavorablemente a la potencia asiática, según una encuesta realizada por el instituto Pew Research Center.
El estudio realizado en 14 países mostró un agudo deterioro de la percepción de China en Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, reiteradamente procura señalar a China como la responsable de la pandemia.
El 73% de los estadounidenses tiene una imagen desfavorable de China, lo cual implica un aumento de 20 puntos porcentuales desde que Trump inició su mandato en el 2017 con una agenda de corte nacionalista.
La percepción negativa de China es especialmente alta en Australia, que está enfrentando represalias de su principal socio comercial y a la vez mantiene su alianza con Estados Unidos.
Actualmente el 81% de los australianos valora negativamente a China, 24 puntos porcentuales más que año atrás, dice el estudio.
En países como Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Holanda, Corea del Sur, España y Suecia, el rechazo hacia China está en sus niveles más altos de todos los tiempos.
Inicialmente China eliminó las noticias de la misteriosa enfermedad respiratoria cuando apareció en Wuhan a finales del año pasado aunque desde entonces Pekín ha tratado de mostrarse victorioso ante el virus.
En los países encuestados, el 61% dijo que China hizo un mal manejo del brote de coronavirus.
La única nación o institución que obtuvo peores calificaciones fue Estados Unidos, donde han muerto una quinta parte de las más de un millón de personas fallecidas de COVID-19 en el mundo.
Un estudio previo de Pew indicó que la imagen de Estados Unidos cayó a sus peores niveles de todos los tiempos en otras democracias ricas al tiempo que crecía la desconfianza en el liderazgo de Trump ante la pandemia.
La última encuesta marcó un giro respecto a la imagen positiva que tenía China en Occidente en la década del 2000.
El disgusto con China también ha sido alimentado por sus políticas comerciales, su cuestionada calificación en derechos humanos y sus actitudes con sus vecinos.