Bolivia participará en su primera cumbre del Mercosur como miembro pleno del bloque con una visión optimista desde el Gobierno de Luis Arce, que siempre destaca este ingreso como un “hito trascendente”, y algo de escepticismo por parte de expertos que advierten que los costos podrían ser mayores que los beneficios.
Después de casi una década desde la firma del protocolo de adhesión al bloque, Bolivia ingresó plenamente este año con el aval de los órganos legislativos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y la ratificación en su propio Parlamento.
En la cumbre del bloque celebrada en Paraguay en julio pasado, Luis Arce entregó el instrumento de ratificación del protocolo y lo celebró como un “hito histórico”.
Arce resaltó esto al iniciar a principios de noviembre su quinto y último año de mandato, destacando que el Mercosur es “la quinta economía del mundo” y que el ingreso pleno de Bolivia le abre “oportunidades y mercados”.
El Gobierno boliviano ha resaltado varias veces que el país será una “bisagra de integración” con la Comunidad Andina (CAN), pues es la única nación que es miembro pleno de ambos bloques.
También ve con buenos ojos las ventajas para sus habitantes al adquirir el estatus de ciudadanos del Mercosur y las facilidades para el libre tránsito en los territorios del bloque, además de los derechos protegidos y el acceso a espacios laborales, salud y educación.
Cifras
En los años en los que el gas natural sustentó la economía boliviana, el país tuvo mayormente un saldo comercial positivo con el Mercosur por las exportaciones del hidrocarburo a Brasil y Argentina, que eran sus principales mercados.
Pero la producción del gas boliviano entró en declive, Argentina dejó de ser su cliente este año después de dos décadas y parece haber desplazado al país como proveedor del carburante a Brasil.
El gerente general del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, lamentó que la situación comercial de Bolivia con el Mercosur “ha empeorado con el tiempo”, pues el país exporta menos al bloque.
“Incluso considerando la exportación de gas, el año pasado tuvimos un déficit por US$ 815 millones y hasta setiembre del presente año, el déficit, incluida la venta de gas, es de más de 426 millones”, dijo Rodríguez a EFE.
Los déficits empeoran si se “desgasifica” la relación comercial con el Mercosur, pues quitando las exportaciones de hidrocarburos, llegaron a US$ 2,865 millones en 2023 y 1,700 millones entre enero y setiembre de 2024, indicó.
El experto recordó que como consecuencia de la “liberalización comercial” de Bolivia con el bloque, el saldo neto negativo acumulado para el país desde 1997 “supera los US$ 43,000 millones de déficit”, sin considerar la venta del gas natural que se negoció con Brasil “antes de que existiera el Mercosur”.
Costo contra beneficio
Rodríguez ve como ventaja que con su ingreso al bloque, Bolivia se vea “forzada a modernizarse, a mejorar su sistema judicial, su infraestructura y su productividad”, y consideró que tiene la oportunidad de ser un “gran prestador de servicios” en logística, transporte, turismo y comunicaciones, entre otros, pero para eso (el país) debe prepararse “infraestructural y supraestructuralmente”.
No obstante, apuntó que “un país que no está preparado para competir frente a otros que objetivamente están mejor, tiende a asumir costos en vez de beneficios”.
Eso le pasó a Bolivia con la liberalización del comercio de “bienes tangibles” y le podría ocurrir nuevamente con el libre comercio de servicios y la libre movilidad de capitales y personas, advirtió.
Según Rodríguez, los sectores productivo y comercial están preocupados por una posible “elevación de aranceles en el país para la importación de productos” desde mercados con los que no tiene acuerdos de libre comercio, como Estados Unidos, China y Japón, pero eso se podría evitar si se negocia bien la adopción del arancel externo común.
También preocupan la “camisa de fuerza” que supondrá el no poder negociar acuerdos comerciales bilaterales con terceros países, y que el régimen de origen del Mercosur se vuelva más rígido y obligue a Bolivia a comprar materias primas e insumos del bloque para poder exportar a sus socios, agregó.