Estados Unidos amenazó con sanciones a la petrolera española Repsol, la estadounidense Chevron y el conglomerado indio Reliance por sus actividades relacionadas con Venezuela, aunque reservó su advertencia más dura al consorcio estatal ruso del crudo Rosneft.
"Ya sea Rosneft, Reliance, Repsol o Chevron aquí en los Estados Unidos, yo tendría cuidado respecto a sus actividades en Venezuela que apoyan directa o indirectamente a la dictadura (del ilegítimo presidente venezolano, Nicolás) Maduro", dijo un alto cargo estadounidense, que pidió el anonimato.
"Estamos solo a la mitad (de la campaña estadounidense de presión y sanciones relacionadas con el apoyo a Maduro) y solo vamos a movernos en una dirección, que es hacia adelante. Y sus actividades (de esas empresas) son claramente preocupantes", añadió la fuente.
En cuanto a las posibles sanciones a Rosneft, algo que se rumorea en Washington desde hace semanas, el funcionario respondió que esa opción está "absolutamente sobre la mesa".
"Estamos en efecto preocupados por el comportamiento de Rosneft en Venezuela", indicó la fuente.
Rosneft es una de las corporaciones rusas más activas en Venezuela, donde ha aumentado sus actividades petroleras y se ha convertido en el gran intermediario del crudo venezolano ante las sanciones impuestas por Washington a la petrolera estatal venezolana PDVSA.
En cuanto a Repsol, ha reducido gradualmente su exposición patrimonial en Venezuela, que al cierre del tercer trimestre del 2019 ascendía a 351 millones de euros, 23% menos que al acabar el 2018; y recibe crudo venezolano en pago de las deudas acumuladas, lo que le permite no infringir las sanciones estadounidenses a PDVSA.
Mientras, Chevron es la única gran petrolera estadounidense que se mantiene en Venezuela, donde cuenta con 8,000 empleados, y está entre las únicas cinco empresas del sector que han recibido autorización del Gobierno estadounidense -renovada en enero y que expira el próximo 22 de abril- para operar en ese país.
El funcionario estadounidense habló con la prensa poco antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reciba en la Casa Blanca al líder opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela.
El encuentro, el primero entre ambos, se producirá un día después de que Trump invitara a Guaidó a su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso y le homenajeara como el legítimo presidente de Venezuela.
La fuente recalcó que Estados Unidos "no planea ninguna negociación con el régimen de Maduro" y que solo está dispuesto a hablar con él "para conversar sobre su salida" del poder.
Trump ha dado instrucciones a su Gobierno de "acelerar e intensificar sus medidas en lo relativo a Venezuela" y "crear más estrés a Maduro".
“Nuestra campaña de presión máxima tiene 12 meses, está a medio camino de lograr la presión máxima y nos queda mucho por hacer”, afirmó el funcionario.