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El director general del , instó a los Gobiernos y sector privado a buscar soluciones ante la caída de los precios internacionales del café con el fin de evitar graves consecuencias sociales y económicas.

"La baja de los precios del café provoca negativas consecuencias económicas, sociales y productivas, particularmente en los países en los que es un cultivo relevante por su participación en las exportaciones y en la generación de empleo", afirmó Otero.

Datos divulgados por el IICA indican que en el 2018 el precio promedio de una libra de arábiga fue de US$ 1.01, y en abril del 2019 cayó a US$ 0.95, el promedio mensual más bajo desde julio del 2006.

Otero llamó a la cadena agroindustrial del café, el sector privado y los Gobiernos a comprometerse en la búsqueda de soluciones rápidas y de largo plazo.

"Es urgente desarrollar políticas que mejoren el acceso a información, den acceso a insumos a precios competitivos, fomenten la renovación de las plantaciones con variedades más productivas, precoces y resistentes a enfermedades y plagas; estimulen el mercado local y den valor agregado basado en la calidad y diferenciación", concluyó Otero.

El director del IICA dijo en Twitter y en un comunicado que el sector del café "requiere mecanismos que promuevan un comercio más equitativo y garanticen la rentabilidad de la actividad", especialmente en América Latina y el Caribe.

Otero señaló que el sector requiere además elevar la rentabilidad de a partir de "un mayor ingreso para los productores y se acompañe de alternativas de diversificación productiva responsables que contribuyan a mitigar los impactos de la volatilidad de los precios".

La actual coyuntura de precios impacta a más de 80 países productores de café en el mundo y afecta fuertemente a las 25 millones de familias dedicadas a la caficultura en el mundo, explicó el IICA en un comunicado.

"Se trata de un escenario en el que ninguna actividad agrícola es rentable y por lo tanto no permite asegurar la producción sostenible de café. Provoca un mayor endeudamiento de productores y genera un alto flujo de migrantes desde las zonas rurales hacia los centros urbanos y hacia otros países en búsqueda de mejores oportunidades", advirtió Otero.

El señaló que los bajos precios internacionales se sienten particularmente en México, Centroamérica, Panamá, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Jamaica, además de Brasil, países en los que alrededor de 14 millones de personas están relacionadas con la producción y comercialización del grano.

El café supone más de un tercio de las exportaciones de Colombia y Honduras, por lo que el descenso del precio ha tenido gran impacto en el empleo, los ingresos y la migración, indicó el IICA.

El instituto informó de que para contribuir a elevar la rentabilidad del sistema de producción de café, trabaja con países de la región en programas dirigidos a fortalecer procesos de transformación productiva e innovación.

Dentro de estas acciones, con el apoyo del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), el IICA lleva adelante el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (Procagica).

Mediante esta iniciativa se construye un plan estratégico para impulsar la reactivación de la caficultura en Centroamérica y el Caribe.