Grupos de personas se congregaron el martes afuera de las sucursales financieras oficiales de La Habana para comprar dólares y euros en el primer día de la reapertura del mercado cambiario, que estuvo cerrado por dos años.
La población podrá adquirir hasta US$ 100 diarios o su equivalente en otras monedas -euros, pesos mexicanos, libras esterlinas-.
Con esto el gobierno busca controlar el mercado ilegal de divisas y bajar la tasa de cambio, ya que la alta demanda de billetes extranjeros disparó su precio muy por encima del valor oficial y desencadenó una inflación en los productos básicos.
Esta es la segunda parte de una suerte de normalización del mercado cambiario de Cuba iniciada a comienzos de mes cuando las autoridades anunciaron que adquirirían moneda extranjera a particulares a un precio similar al del mercado negro, o sea a 110,40 pesos cubanos por dólar en ese momento.
Sin embargo, el gobierno mantuvo la tasa oficial de 24 pesos cubanos por dólar para las operaciones de las empresas estatales, base de la economía de la isla.
“Los quiero para poder comprarle confitura a mis nietos, (ojalá) todo el que pueda ahorrar algo o luchar por adquirirlo pueda obtener un poquitico de divisas para resolver los problemas”, dijo a The Associated Press Maricela Prado, una trabajadora estatal de 62 años que estuvo entre las primeras en comprar euros en una casa de cambio en el centro de La Habana.
Un poco más allá, el maquinista Alberto Alvarado también consideró buena la medida. Sin embargo, Juan Pérez, un camarógrafo de 32 años, calificó la decisión de “mala”, pues debido a la limitación en la cantidad para su venta sólo servirá para incrementar los precios de los dólares en el mercado negro.
Desde comienzos del 2021, cuando se inició una reforma monetaria para eliminar la doble moneda -hasta entonces existían el peso cubano y el peso convertible-, las autoridades dejaron de vender dólares y otras monedas a la población.
Más aún, los funcionarios informaron entonces que el país no tenía divisas extranjeras para vender a la gente en el marco de una profunda crisis económica derivada de la paralización por la pandemia de COVID-19 y las sanciones de Estados Unidos a las que se sumó la baja productividad de la industria nacional.
Aunque la tasa oficial se fijó a comienzos del 2021 en 24 pesos por dólar, al no haber oferta -ya que todo el sistema bancario y cambiario en la isla es estatal-, la moneda estadounidense y otras divisas comenzaron una escalada que llegó a los 120 pesos cubanos por dólar en el mercado negro a comienzos de este mes.
“Son medidas insuficientes y parciales y en lugar de conducir a la solución de los problemas de la economía, dilatan la grave crisis que dura ya más de tres décadas”, consideró el economista y profesor de la Universidad Javeriana de Cali, Mauricio de Miranda en su página de Facebook.
Los cubanos buscan las divisas extranjeras para recargar las tarjetas de débito que les permiten comprar alimentos básicos en tiendas especializadas. También para comprar en el extranjero -especialmente en Panamá y México- productos que luego revenden en la isla y pagar costosos viajes para emigrar.
Al encarecerse las divisas en el mercado negro, los precios de los alimentos que se adquieren en las tiendas especiales y los insumos traídos del extranjero se incrementaron, golpeando los bolsillos de la población que sufre la inflación y el desabastecimiento de bienes básicos.
El lunes por la noche el viceprimer ministro y titular de Economía y la directora del Banco Central de Cuba informaron por televisión que a partir de este martes se venderían US$ 100 diarios por persona en 37 casas de cambio autorizadas a una tasa de 123,60 pesos por unidad de la moneda estadounidense.
Los funcionarios explicaron que sólo se vendería la cantidad que la sucursal hubiera recaudado el día previo, entregándose turnos a la población.
En la sucursal que visitó AP a primera hora de la mañana del martes la directora provincial de las casas de cambio, quien se identificó como Kenia Katiuska Mesa, informó a un centenar de personas ubicadas en la puerta que se entregarían 190 turnos.
Para Miranda “el mercado informal de divisas seguirá gozando de buena salud” con la venta limitada a US$ 100 por persona.
“Mientras se sigan adoptando medidas de urgencia, parciales y desconectadas entre sí... en lugar de un programa de reformas estructurales, integral y sistémico, no se lograrán superar los actuales obstáculos internos que impiden el desarrollo económico de Cuba”, agregó el economista.