La industria mexicana de los casinos y las apuestas, estigmatizada en el país por cuestiones de lavado de dinero y crimen organizado, se prepara para un año de crecimiento en línea y una ley que regularizaría la actividad, expresaron este martes empresarios del sector consultados por Efe.
Los casinos representan el 0.5% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, con cerca de 5 millones de clientes y 380 establecimientos, explica Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (Aieja).
Aunque el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha rechazado dar un solo permiso más para otro negocio, Ochoa ve positiva la propuesta en el Congreso del partido gobernante, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para renovar la Ley Federal de Juegos y Sorteos, que data de 1947.
"Entonces lo que creo que le espera al sector es un crecimiento hacia adentro. Es decir, dar un mejor servicio. Aumentar la oferta, no solo de máquinas y de mesas de juego en vivo, sino de oferta 'online', esa sí está creciendo de manera importante. Y consolidar realmente el juego en todo el país", detalla el empresario.
Las salas de apuestas, que tienen 100,000 máquinas y generan 50,000 empleos directos y 125,000 indirectos, según el líder de la Aieja, están sobre todo en seis estados: Baja California, Ciudad de México, Nuevo León, Sonora, Jalisco y Estado de México, que en conjunto concentran más de la mitad.
Por esa razón, los gobiernos estatales han aplicado gravámenes especiales a esta actividad, que genera una recaudación de 4,700 millones de pesos (US$ 248.6 millones) en impuestos federales y de 1,500 millones de pesos (US$ 79.3 millones) a nivel estatal, informa Ochoa.
Pese a que el representante del sector lamenta esta carga impositiva, también argumenta que es una muestra de que el Gobierno debería aprovechar esta industria con la creación de una Comisión de Juego que incluya a las secretarías federales de Turismo, Economía, Hacienda, Gobernación, y Seguridad Pública.
"Hay un nicho de oportunidad para el gobierno, para generar más empleos, para atraer más inversión y para obtener más impuestos. Y sí creemos ahí que esto es importante que pueda estarse alentando para que haya una mayor participación en la economía nacional por parte de los casinos", opina.
Combaten estigma
La inseguridad y el narcotráfico en México han provocado que la gente asocie a los casinos con problemas de crimen organizado, como un atentado en la ciudad norteña de Monterrey, capital de Nuevo León, en el 2011, cuando un grupo delictivo asesinó a 52 personas al incendiar uno de estos establecimientos.
Por esta razón, el gobierno de López Obrador ha rechazado otorgar más licencias e, incluso, ha prometido revisar algunos casos.
"Los casinos es un tema sensible, particularmente por la posibilidad, se han conocido algunos casos en Nuevo León y en Coahuila, de lavado de dinero y actividades de tipo criminal. Les informaremos muy prontamente", indicó en diciembre Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
Aun así, el líder de la Aieja sostiene que las autoridades no han cerrado ninguno de estos establecimientos por temas de lavado de dinero, prostitución o alcoholismo.
"No hay ningún caso de investigación en la Fiscalía General de la República, ni en la Unidad de Inteligencia Financiera, ni en la Unidad Especial de Delitos Cibernéticos por este tema. No tenemos tampoco temas de violencia y de inseguridad", defiende Ochoa.
Erick Sapien, director de operaciones de la empresa Upick, un algoritmo para apuestas deportivas con sede en la ciudad mexicana de Guadalajara, coincide en la necesidad de cambiar la percepción del sector.
"La industria de las apuestas deportivas ha sido estigmatizado como algo malo para la sociedad y economía de manera errónea. Sin embargo, en Upick sabemos que es una industria que genera inmensa cantidad de empleos bien remunerados, promueven y hacen crecer negocios complementarios", comenta.
Crecimiento ‘online’
A pesar de la dificultad de hacer estimaciones por el vacío legal que existe, la Aieja considera que dentro de una década las apuestas en línea alcanzarán una proporción del 80% del total comparada con el 10% actual, algo que Upick atribuye a una mayor penetración de internet.
"Percibimos un crecimiento importante, donde el apostar desde un celular o computadora es cada vez más común, más sencillo y seguro de hacerlo. Creemos que la percepción de las apuestas comienza a cambiar como una manera de entretenimiento y complemento a la pasión del deporte o juegos", señala Sapien.
Upick tiene 5,200 usuarios en el país y en la compañía están "seguros de que se puede vivir" de las apuestas deportivas, asegura su director de operaciones.
La compañía jalisciense, concluye, no está en contra de las regulaciones mientras estén “a favor” de los usuarios y los negocios, y aseguren un mejor servicio y transparencia.