El ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, anunció este domingo que el Gobierno de este país bajará el Impuesto a las Ganancias en noviembre ante los reclamos sindicales por una tasa que recorta los salarios medios y altos.
El funcionario argentino no indicó el total de trabajadores que serán los beneficiados en la suba del piso ni cuál será el costo fiscal de la medida, pero seguramente será bienvenida en momentos en que la previsión de inflación para el 2022 supera el 100%, lo que erosiona fuertemente el poder adquisitivo.
“Va a regir a partir del 1 de noviembre, va a estar arriba de los 330,000 pesos (unos US$ 2,176 )”, dijo Massa en una entrevista con Radio Rivadavia. “Es un poco aliviar la situación de los trabajadores a partir de una decisión de esfuerzo del Estado”, agregó.
Massa, quien la semana pasada se reunió en Estados Unidos con autoridades del Fondo Monetario Internacional y el Club de París, sostuvo que el Gobierno está negociando un nuevo programa de precios y anticipó que otorgará un refuerzo alimentario a sectores vulnerables antes de fin de año.
“Venimos trabajando con las empresas de consumo masivo”, dijo Massa y agregó que la idea es implementar un programa de precios más amplio y prolongado en el tiempo del que existe actualmente. “Hay 20 o 25 que representan el 65% de lo que consumimos los argentinos”, añadió.
El Índice de Precios al Consumidor en Argentina aumentó un 6.2% en septiembre, según lo anunciado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos el último viernes.
Los precios de los alimentos se incrementaron un 6.7% respecto de agosto y un 86.6% en términos interanuales. Además, en los nuevos primeros meses del 2022 acumularon un aumento del 69.5%.
Ello conlleva que el incremento en los precios de los alimentos genere un impacto en el costo de la canasta básica, que marca la línea de la indigencia y de la pobreza en Argentina situándose en el 8.8% y 36.5%, respectivamente, en el primer semestre de este año.
Massa sostuvo que cuando asumió como ministro de Economía, la inflación en Argentina era 7.4% en julio. No obstante, en agosto y setiembre los porcentajes se desaceleraron a 7% y 6.2%, respectivamente, tras implementar una serie de medidas macroeconómicas.
“El número (de inflación) no me conforma ni me gusta. Entiendo que lo que tenemos que hacer es garantizar que ese camino descendente que empezamos a recorrer de alguna manera se consolide, ese es el desafío”, dijo Massa. “Entendemos que la inflación es el peor castigo que puede tener cualquier trabajador, cualquier jubilado de la Argentina”.
La elevada inflación y los desajustes en la economía generan malestar en los trabajadores por el deterioro de los ingresos y empujaron a la pobreza a cerca del 40% de la población, lo que provoca crecientes manifestaciones en las calles.
(Con información de Reuters y EFE)