Goldman Sachs ve un 30% de posibilidades de que la economía estadounidense entre en recesión durante el próximo año, frente a su anterior previsión de 15%, en medio de una inflación récord y un contexto macroeconómico débil alimentado por la invasión rusa de Ucrania.
La última previsión se produce una semana después de que la Reserva Federal (Fed) aprobara su mayor subida de tasas de interés desde 1994 para frenar la aceleración de la inflación y mientras otros bancos centrales también tomaban medidas agresivas para endurecer la política monetaria.
Goldman Sachs también ha rebajado sus estimaciones del Producto Bruto Interno (PBI) estadounidense por debajo del consenso para los próximos dos años, con el fin de reflejar el lastre de la economía.
“La Fed ha adelantado las subidas de tasas de forma más agresiva, las expectativas de tipos terminales han aumentado y las condiciones financieras se han endurecido aún más y ahora implican un lastre sustancialmente mayor para el crecimiento, algo más de lo que creemos necesario”, dijeron los economistas de Goldman en una nota a última hora del lunes.
Goldman Sachs pronosticó una probabilidad condicional del 25% de que Estados Unidos entre en recesión en el 2024 si evita una en el 2023, añadiendo que esto significa que hay un 48% de probabilidad acumulada de recesión en los próximos dos años, frente a su previsión anterior del 35%.
“Nos preocupa cada vez más que la Fed se sienta obligada a responder con fuerza a las elevadas expectativas de inflación general y de los consumidores si los precios de la energía siguen subiendo, aunque la actividad se ralentice bruscamente”, añadió.