El gobierno de Argentina y las patronales agropecuarias del país suramericano, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de granos y derivados, reavivaron este viernes las discusiones sobre el ritmo de liquidación de las divisas provenientes de la venta de la cosecha de granos.
La polémica creció luego de que el presidente argentino, Alberto Fernández, acusara este viernes a los agricultores de retener los granos en los campos, demorando las ventas para especular con la evolución del tipo de cambio, que se ha disparado este mes.
La retención de la cosecha en los campos y silos demora el ingreso de divisas a Argentina, que necesita con urgencia aumentar sus reservas monetarias, en medio de severos desequilibrios macroeconómico y crecientes tensiones financieras y cambiarias.
“Tenemos el desafío de enfrentar a los que especulan con el dólar y el desafío de enfrentar a los que guardan US$ 20,000 millones en el campo y no los liquidan esperando una mejor rentabilidad, cuando el país los necesita”, dijo Fernández en un acto.
Las declaraciones del jefe de Estado fueron rechazadas por patronales agropecuarias, que mantienen una difícil relación con el kirchnerismo desde el 2008, cuando estalló un severo conflicto por la aplicación de derechos a las exportaciones de granos y derivados, unos tributos que aún se mantienen y que son clave para los ingresos fiscales del país.
“Es casi ofensivo que nos traten de esta manera. Nosotros estamos trabajando como habitualmente trabajamos. A mediados de julio lo que se viene comercializando es lo que habitualmente se va comercializando en esta época del año”, dijo en una rueda de prensa el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino.
Por su parte, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, otra de las mayores patronales agrarias del país, dijo que en momentos “donde el país demanda medidas”, el jefe de Estado “sale a buscar culpables”.
“El campo ha puesto miles de millones que se fugan por el agujero negro e insaciable de la política que es el segmento más ineficiente de todos”, afirmó Chemes.
Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales, en el primer semestre del año se liquidaron divisas por la exportación de granos y derivados por US$ 19,144.9 millones, un 15% más que en igual período del 2021.
Pino cuestionó la política cambiaria de Argentina, donde conviven diversas cotizaciones debido a las restricciones en el mercado cambiario oficial, donde los precios son muy inferiores a los valores récord vigentes en el mercado financiero y el mercado informal.
La brecha entre uno y otro ya ronda el 150% y hay sectores productivos y comerciales que, esperando un eventual salto cambiario en el tipo de cambio oficial, prefieren no vender localmente ni exportar a la retrasada cotización oficial esperando un tipo de cambio más conveniente y cercano a las cotizaciones de los dólares financieros.