“Hay razones por las que los militares se convierten en una herramienta política útil”, comenta Matthew Taylor, especialista en América Latina de American University. “Tienen una legitimidad bastante perdurable mientras que otras instituciones han tenido una disminución de la aprobación”.
“Hay razones por las que los militares se convierten en una herramienta política útil”, comenta Matthew Taylor, especialista en América Latina de American University. “Tienen una legitimidad bastante perdurable mientras que otras instituciones han tenido una disminución de la aprobación”.

La primera vez que vislumbré que la democracia latinoamericana estaba en peligro, esta ni siquiera existía aún. Fue en Brasil, en 1983, cuando el gobierno militar administraba lo que el general Ernesto Geisel, presidente de 1974 a 1979, calificó de “apertura política lenta, gradual y segura”. Manifestantes desempleados y militantes sindicales no estaban de humor para esperar y, bendecidos por obispos católicos politizados, coronaron tres días de rabia con agresiones al palacio del gobernador de Sao Paulo.