La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dijo que los informes sobre ventiladores y máquinas de apnea del sueño defectuosos de Philips aumentaron en el último trimestre, lo que subraya los problemas a los que se enfrenta la empresa holandesa, que acaba de anunciar planes para sustituir a su presidente ejecutivo.
Philips afirma que se encuentra a mitad de camino en la retirada de 5.5 millones de estos dispositivos en Estados Unidos debido a la amenaza que supone una pieza de espuma que contienen, un problema que ha alarmado a los clientes, ha dañado la reputación de la empresa y ha contribuido a reducir su capitalización bursátil en US$ 30,000 millones.
La FDA dijo el martes que recibió 48,000 informes relacionados con la rotura o sospecha de rotura de la espuma utilizada en los respiradores de Philips durante los tres meses que terminaron el 31 de julio del 2022, más del doble del número de informes de este tipo que recibió entre abril de 2021 y abril del 2022.
“En estos (informes) se ha reportado una amplia gama de lesiones, incluyendo cáncer, neumonía, asma, otros problemas respiratorios, infección, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, mareos, nódulos y dolor en el pecho”, dijo la FDA. Los informes no demuestran que los dispositivos de Philips sean los responsables.
Un portavoz de Philips dijo el miércoles que el momento de la actualización de la FDA del 16 de agosto el mismo día en que Philips anunció que su presidente ejecutivo Frans van Houten dejaría la empresa- fue una coincidencia.
Van Houten será sustituido por Roy Jakobs, el ejecutivo de Philips que dirige la operación de retiro de productos de la empresa, el 15 de octubre.
El portavoz Steve Klink dijo que el aumento de los informes se debió a una mayor conciencia pública del problema después de su retiro del mercado en junio de 2021.
“En los últimos tres meses todavía estábamos pasando por lo que se llamaría una acumulación de las quejas”, dijo. “Ahora tenemos que trabajar en ellas y ver cuáles están justificadas y cuáles no”.
La FDA ordenó a Philips en marzo que notifique a los pacientes la retirada del producto, diciendo que su comunicación hasta entonces era “insuficiente”.
Philips ha estimado los costos de sus sustituciones en unos 900 millones de euros, pero eso no incluye los costos de un posible acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos o de las demandas por lesiones de los consumidores.
Las acciones de Philips bajaban el miércoles un 1.1% a 19.55 euros, habiendo perdido el 60% de su valor desde abril del 2021.