El conocido representante de futbolistas italoneerlandés Mino Raiola, que gestionaba entre otros los intereses de Zlatan Ibrahimovic, Paul Pogba y Erling Haaland, falleció a los 54 años, anunció este sábado su familia en Twitter.
“Con una tristeza infinita anunciamos la muerte del agente de jugadores más bondadoso y genial que haya existido”, escribió su familia.
Astuto y polémico, tenía reputación por su labia y su visión de negocios, llegando a ser adorado por sus jugadores para los que lograba suculentos contratos pero de quien los equipos desconfiaban por sus cualidades como negociador.
“Mino luchó hasta el final con la misma fuerza que ponía cuando estaba en la mesas de negociaciones para defender a sus jugadores”, según el comunicado.
La familia de Raiola había desmentido el pasado jueves las “falsas informaciones” publicadas por numerosos medios italianos sobre la muerte del agente, cuyos problemas de salud eran conocidos desde meses atrás.
Raiola, nacido en Nocera Inferiore, cerca de Nápoles, y que creció en Países Bajos, se impuso como uno de los agentes más influyentes del mundo, tan temido por los clubes como adorado por sus clientes.
Aún es recordada la triple comisión que percibió con ocasión del traspaso en 2016 de Pogba de la Juventus de Turín al Manchester United, estimada en 49 millones de euros (hacia US$ 52 millones), según documentos filtrados por la prensa un año después.
Para convertirse en uno de los agentes más famosos del fútbol mundial y con una de las agendas más prestigiosas, Raiola aprovechó el desarrollo del mercado de fichajes internacionales durante los años 1990, gracias al caso Bosman y a la explosión de los derechos televisivos de las últimas décadas.
De Bergkamp a Haaland
Durante su adolescencia trabajó en el restaurante familiar, pero pronto se volvió indispensable en el club de fútbol local, el HFC Harleem, del que pasó a ser directivo a inicios de los años 90.
Poco a poco comienza a interesarse en los fichajes de jugadores en Países Bajos e Italia. Participa en la operación que llevó a Dennis Bergkamp del Ajax Ámsterdam al Inter de Milan en 1993, y decide dedicarse a la representación de jugadores.
Otro de los primeros grandes movimientos del agente, que hablaba siete idiomas, fue el fichaje de Pavel Nedved por la Lazio en 1996.
Su agenda no cesaba de crecer: Pogba, Ibrahimovic, Balotelli, Matthijs de Ligt, Marco Verratti o más recientemente Gianluigi Donnarumma y el deseado Haaland, que estaba llamado a asegurar la prosperidad del agente en los próximos años.
Uno de sus últimos movimientos tuvo lugar durante el pasado mercado entre temporadas europeas, cuando Gianluigi Donnarumma, campeón de la Eurocopa y elegido mejor jugador del torneo, abandonó como agente libre el AC Milan para firmar por el París SG, después de que el equipo italiano no lograra satisfacer las exigencias del agente.