El Gobierno alemán financiará una serie de medidas sociales, como el aplazamiento de los alquileres o la flexibilización del recurso al paro parcial que debería afectar a más de dos millones de personas, más que los 1.4 millones de la crisis del 2008 y 2009. (Foto: EFE)
El Gobierno alemán financiará una serie de medidas sociales, como el aplazamiento de los alquileres o la flexibilización del recurso al paro parcial que debería afectar a más de dos millones de personas, más que los 1.4 millones de la crisis del 2008 y 2009. (Foto: EFE)

Tras años de rigor presupuestario, los diputados alemanes adoptaron el miércoles un plan de rescate “histórico” de cerca de 1.1 billones de euros para proteger a la primera economía europea de la pandemia de nuevo coronavirus.

Estas son las principales medidas que tendrán que ser aprobadas el viernes por el Bundesrat, la cámara alta del parlamento.

Cerca de 1.1 billones de euros

Es el monto de este programa, que representa casi un tercio de la riqueza total producida por el país en un año. Se trata de una cifra “sin precedentes para Alemania desde la Segunda Guerra Mundial”, según el ministro de Finanzas y vicecanciller Olaf Scholz a la cámara.

El plan incluye tres grandes capítulos.

El primero es la creación de un fondo de rescate a las grandes empresas de 600,000 millones de euros, repartidos en 400,000 millones en forma de garantías para la deuda de las empresas, 100,000 millones para los préstamos o tomas de participación en empresas y 100,000 millones para apoyar al banco público de inversiones KfW.

El segundo elemento es el aumento en 357,000 millones de euros de la capacidad del KfW, que podrá garantizar hasta 822,000 millones de euros de préstamos.

Y el tercero es un aumento del presupuesto federal de más de 100,000 millones de euros este año con varias medidas, en particular ayudas a las pequeñas empresas o a los asalariados.

El fin de un tabú

Por primera vez desde el 2013, , gran defensora de la ortodoxia presupuestaria, contraerá este año deudas de hasta 156,000 millones de euros, tanto para financiar medidas de apoyo como para compensar la caída de las recetas fiscales.

El plan supone el fin de la política de equilibrio presupuestario llamada de "déficit cero", criticada con frecuencia por los socios de Alemania, que la acusan de frenar el crecimiento.

Los préstamos obligan también a la primera economía europea a poner en pausa la regla constitucional del "freno al endeudamiento" que se aplica desde hace años.

Esta política, que empezó en el 2011, solo permite en teoría un déficit máximo de hasta el 0.35% del PBI.

Sin embargo este límite se puede superar en circunstancias excepcionales, que el gobierno alemán invocó en el caso del coronavirus.

Nacionalizaciones parciales

La mayor parte del plan tiene el objetivo de asegurar la supervivencia de las grandes empresas del país, muy exportadoras, y en consecuencia particularmente frágiles con la crisis.

También se trata de evitar que quiebren o caigan en manos de inversores extranjeros. El ministro de Economía, Peter Altmaier, advirtió del peligro de "ventas en serie" de las grandes compañías nacionales.

Gracias al fondo de ayuda, el Estado podrá, a través del banco KfW, garantizar los créditos a estas empresas y, para las que están en riesgo de quiebra, comprar partes de su capital.

En el 2008 y 2009, durante la crisis financiera, el Estado hizo lo mismo en el sector bancaria con Commerzbank. Los sectores del turismo, los servicios a las empresas o el transporte podrían ser los primeros beneficiados.

La compañía aérea , que tienen la mayoría de sus aviones en tierra, es una de las candidatas a esta seminacionalización.

PME, empleados y hospitales

El gobierno gastará unos 50,000 millones de euros en ayudas directas a las pequeñas y medianas empresas (PME) o a los trabajadores independientes como fotógrafos, artistas o fisioterapeutas que no puedan ejercer su profesión a causa de las medidas de confinamiento.

Recibirán una ayuda individual de entre 9,000 y 15,000 euros durante tres meses. La única condición será demostrar que su problema de tesorería está relacionado con la crisis del .

El gobierno alemán también financiará una serie de medidas sociales, como el aplazamiento de los alquileres o la flexibilización del recurso al paro parcial que debería afectar a más de dos millones de personas, más que los 1.4 millones de la crisis del 2008 y 2009.

El Estado otorgará así unos 10,000 millones de euros más este año al sistema de sanidad. Se trata en particular de ayudar a los hospitales a equiparse con nuevas camas de asistencia respiratoria.