Los ministros de Exteriores del G7, el grupo de democracias más ricas del planeta, analizaron este jueves la situación del frente ucraniano y estudiaron formas para proveer de ayuda financiera y sistemas antiaéreos a Ucrania “urgentemente”.
“Ayudar a Ucrania significa trabajar por la paz, porque si Kiev pierde, Putin nunca se sentará en la mesa de la paz”, advirtió ante sus socios el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, al abrir la cumbre de Exteriores del G7 en la isla de Capri (sur).
La reunión, organizada bajo la presidencia de turno italiana, se centró en esta primera jornada de trabajo en la guerra de Ucrania, en la situación de su frente presionado por las tropas rusas y las continuas peticiones de ayuda y munición que llegan desde Kiev.
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Por eso, además de los ministros del club de potencias -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- llegaron a Capri el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el ministro ucraniano de Exteriores, Dmitró Kuleba.
En nombre de la Unión Europea habló su Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, quien insistió en la necesidad del bloque comunitario de enviar a Kiev los ansiados misiles antiaéreos ‘Patriot’ u otros sistemas similares.
“No podemos confiar sólo en Estados Unidos, tenemos que asumir nuestra responsabilidad. Tenemos los Patriots, tenemos los sistemas antimisiles, tenemos que sacarlos del almacén y enviarlos a Ucrania, donde la guerra se está intensificando, y estoy seguro de que lo haremos rápidamente”, auguró el jefe de la diplomacia europea.
Mientras, Kuleba se reunía con su homólogo francés, Stéphane Séjourné; con la canadiense, Mélanie Joly; con la japonesa, Yoko Kamikawa, y con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, justo cuando el Congreso de ese país ha aceptado tramitar un nuevo paquete de ayudas a Ucrania por US$ 61,000 millones (57,000 millones de euros) tras meses de estancamiento.
El ministro ucraniano agradeció a su colega esta ayuda, que podría aliviar la dramática escasez de munición que sufre el ejército ucraniano, y vaticinó que su aprobación definitiva “enviará un mensaje de fortaleza y confianza que permitirá a Ucrania salvar vidas y mejorar la situación en el campo de batalla”.
Stoltenberg por su parte, animó a los Estados miembros de la Alianza Atlántica del bloque a ofrecer a Ucrania sistemas de defensa antiaérea o apoyo financiero porque, lamentó “cada retraso, cuesta vidas y daños” ante la invasión rusa.
“Estamos trabajando con todos nuestros aliados y pidiéndoles que den sistemas de defensa aérea como el Samp/T u otros”, aseguró a los medios a su llegada, al ser preguntado sobre si otros países, además de Alemania, podían ofrecer ‘Patriots’ a Kiev.
A la cumbre de Capri también llegó la líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, exiliada tras las fraudulentas elecciones de 2020 que mantuvieron en el poder al régimen de Aleksandr Lukashenko.
La disidente pidió al G7 que se implementen las sanciones contra Moscú y Minsk y se impulse además “una estrategia integral” para sostener la resistencia opositora.
“Vine para pedir a los líderes del mundo libre que fortalezcan su determinación de apoyar las aspiraciones democráticas de los bielorrusos y para que implementen y hagan cumplir las sanciones al régimen y sus compinches”, explicó.
La reunión de Capri concluirá este viernes con una rueda de prensa en la que Tajani ilustrará sus conclusiones.
Sobre la mesa, tal y como han avanzado todos los ministros del club de potencias, también estará la necesidad de ampliar las sanciones contra el régimen de los Ayatolás de Irán, después del bombardeo contra Israel en respuesta al ataque a su consulado en Damasco.
Sobre la situación en Oriente Medio y la guerra en la Franja de Gaza, desatada tras el ataque del 7 de octubre de la milicia palestina Hamás, Tajani sostuvo que aunque el G7 es “amigo de Israel” prefiere “una desescalada” en la región.
“Tendremos que afrontar también cómo sancionar de alguna manera a Irán por el ataque con cientos de misiles y drones contra Israel y también la situación relativa al tráfico marítimo a través de Suez y el mar Rojo”, por los ataques de los rebeles hutíes del Yemen, avanzó el ministro italiano.
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