Desde este lunes, La Habana está sufriendo apagones programados por distritos de cuatro horas diarias dos veces por semana. En las últimas horas se han registrado además varios cortes no previstos.
Desde este lunes, La Habana está sufriendo apagones programados por distritos de cuatro horas diarias dos veces por semana. En las últimas horas se han registrado además varios cortes no previstos.

La empresa eléctrica estatal cubana anunció este martes nuevos apagones debido a un déficit del 16% de la generación durante el horario pico, luego de una jornada completa de cortes en el suministro de energía.

Se estima para el horario pico una disponibilidad de 2,657 (megavatios) MW y una demanda máxima de 3,100 MW para un déficit de 443 MW”, comunicó la Unión Eléctrica (UNE).

La compañía añadió que “en el día de ayer se afectó el servicio por déficit de capacidad las 24 horas del día”.

Desde este lunes, La Habana está sufriendo apagones programados por distritos de cuatro horas diarias dos veces por semana. En las últimas horas se han registrado además varios cortes no previstos.

En el resto de provincias, sin embargo, las afectaciones llevan semanas y pueden prolongarse hasta diez horas, según multitud de testimonios en las redes sociales.

Los cortes del suministro eléctrico son muy frecuentes desde hace meses en Cuba. En julio se registraron apagones en 29 de los 31 días, según datos de la UNE cotejados por Efe.

Estas afectaciones tienen repercusiones sociales. Según los analistas, fueron una de las causas del descontento social que provocó las masivas protestas antigubernamentales del año pasado, junto a la escasez de productos básicos, la inflación y la dolarización parcial de la economía.

Asimismo, se han señalado como el desencadenante de varias manifestaciones menores registradas recientemente, entre ellas la que sacó este lunes a al menos un centenar de personas a la calle en Santiago de Cuba, la segunda mayor ciudad del país.

El Gobierno ha explicado que los cortes en el suministro son por roturas en las plantas -en su mayoría obsoletas y faltas de mantenimiento-, el déficit de combustible para la generación distribuida y los mantenimientos programados.

Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.

El Gobierno cubano aspira a reducir esta dependencia y cuenta con un plan para que en 2030 el 37% de su mix energético (algo más de 3,500 megavatios) provenga de fuentes renovables.

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