El presidente estadounidense, Donald Trump, planea implementar varias nuevas medidas de línea dura contra China en las semanas restantes de su mandato, según un alto funcionario de la administración, que es posible que aten de manos al presidente electo, Joe Biden.
Las acciones que están siendo consideradas incluyen proteger la tecnología estadounidense de la explotación por parte del ejército de China, contrarrestar la pesca ilegal y más sanciones contra funcionarios o instituciones del Partido Comunista que causan daños en Hong Kong o en la región occidental de Xinjiang, dijo el funcionario, sin proporcionar detalles.
“A menos que Pekín cambie de rumbo y se convierta en un actor responsable en el escenario mundial, los futuros presidentes de Estados Unidos encontrarán que es políticamente suicida revertir las acciones históricas del presidente Trump”, dijo John Ullyot, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, en un comunicado.
Axios informó anteriormente que Trump puede anunciar sanciones o restricciones comerciales contra más empresas, entidades gubernamentales o funcionarios chinos arguyendo violaciones a los derechos humanos o amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos. El equipo de transición de Biden dijo que no tenía comentarios por ahora sobre el informe.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo el lunes en su sesión informativa diaria en Pekín que “la cooperación es el único camino correcto a seguir”.
“Sirve a los intereses fundamentales de los dos pueblos para garantizar un desarrollo saludable y estable de las relaciones entre China y Estados Unidos. También es lo que la comunidad internacional espera ver”, dijo Zhao. “China sostiene que ambas partes se beneficiarán de la cooperación, pero perderán con la confrontación”.
Se esperaban movimientos más duros contra China en las últimas semanas del Gobierno de Trump.
Ed Mills, analista de Raymond James Financial Inc. escribió en una nota publicada el viernes que la firma de servicios financieros se estaba preparando para órdenes ejecutivas adicionales sobre posiciones de línea dura, hechas de una forma que podría ser difícil de revertir. Esa evaluación siguió a la orden ejecutiva de Trump del jueves que prohibía inversiones estadounidenses en empresas chinas que sean de propiedad o controladas por el ejército.
La orden prohíbe a las firmas de inversión y fondos de pensiones comprar y vender acciones de 20 compañías chinas que el Pentágono determinó en junio que tenían vínculos con el ejército chino, así como otras 11 compañías agregadas en agosto, informó Axios. Dijo que los funcionarios de la Administración estaban discutiendo ampliar esa lista.
La Administración Trump también enfrenta un plazo límite de mediados de diciembre para nombrar y sancionar a cualquier banco que tenga tratos comerciales con funcionarios identificados como socavantes de la autonomía de Hong Kong.