Desde entradas gratis para ver a la superestrella Lionel Messi hasta pulseras LED sincronizadas, el multimillonario Joe Mansueto está haciendo todo lo posible por dar un impulso a su apuesta de varios millones de dólares por el fútbol de Chicago.
El Chicago Fire, el equipo de la Major League Soccer de Mansueto, cuenta con que un partido que jugará el próximo mes contra el Inter Miami de Messi le ayude a acabar con años de valoraciones estancadas para el club y algunas de las tasas de asistencia más bajas en la liga estadounidense.
Se estima que partido el 4 de octubre agotará los cerca de 63,000 asientos del estadio Soldier Field. En un partido promedio del Chicago Fire, solo se llena una cuarta parte del total de esos asientos, dijo Dave Baldwin, el nuevo presidente de operaciones comerciales del club. El evento va camino a convertirse en el partido de la temporada regular de la MLS con mayor recaudación de todos los tiempos, según un portavoz del equipo.
“Una de las cosas en las que realmente estamos enfocados es en usar este partido contra el Inter Miami para convertir a fanáticos ocasionales en asistentes más constantes”, dijo Baldwin en una entrevista en las oficinas de Bloomberg en Chicago. “Esperamos que, con el tiempo, las personas que vengan a ver a Messi se conviertan poco a poco en fanáticos del Fire”.
Para obtener ingresos más recurrentes de este partido, cualquiera que compre un pase de temporada para el próximo año —o desembolse hasta US$ 50,000 al año en un palco— recibe entradas gratis para el partido de Messi, según Baldwin. Chicago Fire “ya ha triplicado la cantidad de nuevos abonos de temporada que se vendieron en todo 2023″, dijo Baldwin.
Algunos fanáticos también podrán acceder a estacionamiento gratuito, que a veces puede costar más que las entradas mismas. Además de estos beneficios, el Chicago Fire distribuirá alrededor de 40,000 pulseras LED que se iluminan al mismo tiempo para crear un espectáculo visual, similar a las utilizadas en los recientes conciertos de Coldplay. Los boletos individuales para el partido cuestan entre US$ 99 y casi US$ 5,000, muy por encima del rango de entre US$ 22 y US$ 425 para el partido jugado el 7 de octubre entre el Fire y el Charlotte FC.
El Chicago Fire es uno de los pocos equipos de fútbol de Estados Unidos que juega en un estadio de fútbol americano, que normalmente tienen una mayor capacidad de asientos que los estadios de fútbol. Hasta el 20 de setiembre, se habían distribuido alrededor de 57.000 entradas.
Las cifras dejan en evidencia los beneficios que están recibiendo los equipos de la MLS con el enorme impulso que Messi ha brindado desde que se unió en julio a la liga profesional estadounidense. Su gira por todo el país ha hecho que los precios de los partidos jugados en Dallas, Nueva York y otros lugares se disparen. Las entradas para algunos de ellos se agotaron en cuestión de minutos.
El aumento de los ingresos podría ayudar a los propietarios al hacer que las valoraciones de más clubes de la MLS superen la marca de US$ 1,000 millones, dijo en julio Don Garber, comisionado de la MLS.
El Chicago Fire tenía una valoración de poco más de US$535 millones al 2022, según Sportico. Fue la única franquicia que no aumentó su valor de 2021 a 2022, mientras que los equipos de Dallas, Houston, Austin y Miami tuvieron un crecimiento de dos dígitos.
Mansueto, quien fundó Morningstar Inc. y todavía posee alrededor del 40% de la compañía, se hizo cargo del Fire a fines de 2019 en un acuerdo que valoró al equipo en alrededor de US$ 400 millones. Luego, gastó US$ 65 millones para trasladar el club nuevamente al Soldier Field desde un estadio en Bridgeview, y ahora invertirá otros US$ 100 millones en un centro de entrenamiento.
Sin embargo, en una ciudad que ya cuenta con conocidos equipos de béisbol, fútbol americano, hockey y baloncesto, el fútbol se ha quedado rezagado.
Pero Baldwin, que se unió al Chicago Fire en enero, es optimista. Se proyecta que los ingresos del equipo aumentarán este año casi un 80% y el club ya ha vendido 27 palcos para la próxima temporada, frente a ninguno este año.
Es probable que el partido contra el Inter Miami sea más grande que un partido amistoso de 2011 contra el Manchester United, que atrajo a más de 61,000 aficionados al Soldier Field. Luego está la Copa Mundial de la FIFA de 2026, que se compartirá entre Estados Unidos, Canadá y México, y que se espera que popularice aún más el deporte entre los estadounidenses.