El presidente del Banco de la Reserva Federal de Mineápolis, Neel Kashkari, participa en un foro en California. REUTERS/Stephen Lam
El presidente del Banco de la Reserva Federal de Mineápolis, Neel Kashkari, participa en un foro en California. REUTERS/Stephen Lam

La Reserva Federal (Fed) debería haber adoptado una orientación más enérgica para que la economía de Estados Unidos recupere su fuerza, dijo el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, quien abogó por retrasar las subidas de las tasas de interés hasta que la inflación básica se mantenga en 2% durante aproximadamente un año.

El Banco Central de Estados Unidos señaló a principios de esta semana que mantendría las tasas de interés en su rango actual de 0% a 0.25% hasta que la economía alcance su máximo nivel de empleo, la inflación haya alcanzado el 2% y esté “en camino” de excederlo modestamente.

Pero esa promesa podría significar que la Fed suba los tipos antes de que la economía alcance realmente el pleno empleo, dijo Kashkari en un artículo en el que explicó por qué discrepaba de la decisión del Comité Federal de Mercado Abierto, que establece la política monetaria.

Hubiera preferido que el Comité se comprometiera más firmemente a no subir las tasas hasta que estuviéramos seguros de haber alcanzado los objetivos de nuestro doble mandato”, escribió Kashkari.

La Reserva Federal no debería vincular las subidas de las tasas de interés en absoluto a las mediciones del mercado laboral, que leyó mal tras la última recesión y, como resultado, acabó ahogando la recuperación al subir los tasas demasiado pronto, dijo.

El hecho de no aumentarlas durante aproximadamente un año después de que la inflación subyacente cruce por primera vez el 2% es coherente con la estrategia de aspirar a un modesto exceso para lograr una inflación media de 2%”, dijo Kashkari.

Rapidez de avance

El jefe de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, dijo que prestaría más atención a la rapidez con que la inflación avanza en lugar de su nivel trimestral para aplicar el nuevo enfoque de la Fed, que busca empujar el índice de precios sobre la meta de 2% para asegurar que el objetivo se cumple en un promedio en el tiempo.

La Fed esta semana comenzó a usar un lenguaje más concreto en torno a la estrategia, pero ha sido interpretada de manera diferente por cada responsable de la política monetaria.

Bostic dijo que si la inflación sube a 2.3% pero parece estable “estaría bien. Por el contrario, si estuviéramos en 2.2% y el próximo trimestre el 2.4% y luego en 2.6% esa trayectoria me preocuparía” y tal vez requiera de esfuerzos para enfriar la economía.

A su turno, el presidente de la Reserva Federal de Saint Louis, James Bullard, dijo que la combinación de crédito barato alentado por los bancos centrales, los grandes déficits gubernamentales y los cuellos de botella en la oferta provocados por la pandemia podría empujar la inflación más de lo que muchos esperan.

Si bien las perspectivas de inflación en Estados Unidos siguen siendo débiles, “estamos en un momento en el que se puede ver algo de inflación”, dijo Bullard en comentarios en internet.

Los bancos centrales están más laxos. Enormes déficits fiscales que históricamente han sido un catalizador de la inflación, y hay posibles cuellos de botella” en las cadenas de suministro globales debido a los cierres relacionados con el virus.