Embajada de Estados Unidos en Caracas.
Embajada de Estados Unidos en Caracas.

La embajada de en la capital venezolana se debate en medio de la incertidumbre, luego de que un importante funcionario del Partido Socialista amenazara con desconectar la electricidad del complejo en medio de una creciente disputa por el poder en la nación rica en petróleo.

Diosdado Cabello, el jefe de la Asamblea Constituyente de Venezuela, un cuerpo políticamente omnipotente lleno de partidarios del presidente , hizo los comentarios el miércoles por la noche en su programa estatal de televisión. También insinuó sin pruebas que Juan Guaidó, quien cuenta con el respaldo de EE.UU. y otros vecinos regionales, se refugiaba en la Embajada.

"Dicen que no reconocen a Nicolás", dijo Cabello. "Está bien. Tal vez la electricidad se vaya en ese vecindario o el gas no llegue. Si no hay relaciones diplomáticas, no hay problema".

La fricción por el complejo de la embajada se da en medio de una semana dramática en la que alguna vez fue la nación más rica de Suramérica. Guaidó, presidente de una Asamblea Nacional desprovista de poder y dominada por la oposición, asegura que la constitución de la nación lo convierte en presidente, en ausencia de un jefe ejecutivo legítimo. EE.UU. respaldó públicamente su reclamo y los partidarios de la oposición llenaron las calles en las manifestaciones más grandes desde 2017.

Embajada expulsada
Maduro, un autócrata socialista que preside un país devastado por el hambre y la corrupción, le dio al personal de la embajada 72 horas para salir de Venezuela en un discurso el miércoles. Advirtió que había un golpe de estado en curso, luego de que Guaidó hiciera su proclamación y el presidente de EE.UU., Donald Trump, declarara rápidamente su apoyo al político de 35 años.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, respondió a Maduro que no reconoce su autoridad y, por tanto, no retirará al personal de Caracas. Sin embargo, el jueves ordenó el retiro del personal "no esencial".

"Hacemos un llamado a las fuerzas militares y de seguridad venezolanas para que sigan protegiendo el bienestar de todos los ciudadanos venezolanos, así como el de los ciudadanos estadounidenses y otros extranjeros en Venezuela", dijo Pompeo la noche del miércoles. "EE.UU. tomará las medidas apropiadas para responsabilizar a cualquiera que ponga en peligro la seguridad de nuestra misión y su personal".

La embajada se encuentra en lo alto de una exuberante colina verde, en el privilegiado este de la ciudad, en el barrio de Valle Arriba. Es visible desde muchas partes de Caracas, al igual que la enorme bandera estadounidense que ondea en frente. Más allá de las cercas y la seguridad, el complejo tiene varios pisos subterráneos y podría actuar como un búnker, si es necesario.

Venezuela y EE.UU. no han intercambiado embajadores desde 2010. El año pasado, Maduro expulsó a los principales diplomáticos después de que EE.UU. y docenas de otros países criticaran su victoria en las elecciones presidenciales como fraudulenta. El encargado de negocios de EE.UU. es James Story. Los esfuerzos para contactarlo no tuvieron éxito.

El jueves por la mañana, el tráfico alrededor de la embajada era normal, y los ciudadanos corrían y paseaban a sus perros cerca. Dos empleados caminaban por la acera hacia la entrada, con café en las manos. Los coches hacían cola en la puerta del complejo y cinco esperaban en fila antes de ser registrados por el personal de la Embajada.

Los diplomáticos enviaron una alerta a los estadounidenses que viven en Venezuela el miércoles por la noche para decir que los servicios a los ciudadanos estarían disponibles el jueves, pero que todas las citas de visas de EE.UU. habían sido canceladas. La declaración no dio detalles más allá del 24 de enero, pero señaló que el personal debe permanecer cerca del vecindario de Valle Arriba y evitar las protestas.