El informe del Índice de Precios al Consumidor del miércoles que muestra que la inflación no se aceleró en julio fue la primera lectura “positiva” sobre los precios desde que la Reserva Federal comenzó a endurecer la política monetaria, dijo el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, aunque agregó que cree que la Fed tiene mucho más trabajo por hacer.
Los precios al consumidor permanecieron estables el mes pasado en comparación a junio, pero subieron un 8.5% frente al año previo, pero la inflación sigue siendo “inaceptablemente” alta y es probable que la Fed tenga que subir su tasa de interés, actualmente en el rango del 2.25%-2.5%, al 3.25%-3.5% este año y al 3.75%-4% a finales del próximo año, dijo Evans.
Las declaraciones sugieren que Evans, una de las 19 autoridades del banco central que deciden la política monetaria de Estados Unidos, espera frenar pronto lo que ha sido la ronda de subidas de tasas de interés más pronunciada de la Fed en décadas.
Pese a que no fue explícito en cuanto a si apoyaría una posición más moderada el próximo mes, la Fed sólo necesitaría subir las tasas un punto porcentual en el transcurso de los próximos cuatro meses para alcanzar su tasa prevista para finales de año. Esto supondría la mitad del ritmo de subidas de los últimos cuatro meses.
Al mismo tiempo, su previsión de que las tasas alcancen un máximo del 4% el año que viene sugiere que es más agresivo que los mercados financieros, que calculan que la tasa máxima de los fondos federales se situará en el 3.75% a mediados del 2023, con recortes de tipos a continuación.
“Creo que estamos en un buen momento y que podemos ser más restrictivos si la inflación se descontrola más de lo que pienso”, dijo Evans en un acto en la Universidad de Drake en Des Moines, Iowa.
“Pero también, si las cosas mejoran más rápidamente, podemos no subir las tasas tanto como acabo de indicar (...) Creo que estamos bien posicionados ahora para un par de giros diferentes de los datos en los próximos meses”.
Evans dijo que espera que la inflación esté más cerca del 2.5% el próximo año según la medida preferida de la Fed, el índice de precios de los gastos de consumo personal, aunque todavía por encima del objetivo de inflación del 2% de la Fed.
Desde marzo, la Reserva Federal ha elevado su tasa de interés de referencia en 2.25 puntos porcentuales, incluyendo dos aumentos consecutivos de tres cuartos de punto porcentual en sus reuniones de junio y julio.
Datos de la semana pasada que mostraron que los empresarios añadieron más de medio millón de puestos de trabajo en julio -mucho más de lo esperado- alimentaron las expectativas del mercado de una tercera subida consecutiva de 75 puntos básicos en setiembre para atajar lo que podrían ser nuevas presiones inflacionarias de un mercado laboral ajustado.
Después de que el informe del IPC del miércoles mostró un enfriamiento de la inflación, los operadores pasaron a apostar por una subida de medio punto para setiembre.
El miércoles, Evans dijo que no creía que el reciente reporte sobre el empleo apunte necesariamente a una mayor inflación, “pero necesitamos más datos al respecto”.
La Fed podrá revisar una lectura mensual más sobre el mercado laboral estadounidense antes de su reunión de setiembre, y varias medidas diferentes de la inflación.