Los primeros días de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso es, según expertos estadounidenses, un error táctico y estratégico: escasez de alimentos y combustible, abandono de vehículos armados, pérdida de aviones y bajas entre las tropas.
El régimen de Vladimir Putin ha ido acumulando reveses en esta primera semana de invasión debido a que subestimó la capacidad de resistencia de los ucranianos, pero estos contratiempos podrían llevar al gobierno ruso a desplegar todo su poderío y destruir indiscriminadamente gran parte del país, advierten.
Especialistas en el ejército ruso aseguran que les ha sorprendido la mala gestión de la campaña, con columnas de convoyes empantanadas, cientos de vehículos blindados rusos perdidos y la fuerza aérea del Kremlin neutralizada por las defensas ucranianas.
“Cuando echas todo a perder después de dos o tres semanas, puedo entenderlo”, dijo Scott Boston, analista de defensa del grupo de expertos Rand Corp. “Pero cuando tropiezas con el umbral al entrar en casa, tienes otro problema”.
El Pentágono y expertos del sector privado preveían que el ejército de Putin, acabara rápidamente con las defensas de misiles y la fuerza aérea ucraniana, cercenando la capacidad de contraataque del mando militar, de unos 200,000 efectivos.
Pero nada de esto ocurrió en los primeros siete días de ataques. Y aunque no hay una estimación fiable del número de soldados rusos muertos, heridos y capturados, parece ser mucho mayor de lo esperado para una invasión bien preparada.
“Fallo colosal de inteligencia”
“Fue un fallo colosal de la inteligencia, que subestimó enormemente la resistencia ucraniana, y la ejecución militar fue terrible”, dijo esta semana Michael Vickers, exsubsecretario de Defensa de Estados Unidos para la inteligencia.
“Su ataque principal fue insuficiente. Fue poco a poco. Sus elementos de reconocimiento han sido capturados, las columnas han sido destruidas”, añadió. “Es simplemente un desastre”.
Expertos militares del Centro Scowcroft del Atlantic Council dijeron que los rusos tomaron un aeropuerto cerca de Kiev. Pero la intensidad de los combates dañaron demasiado las instalaciones como para ser usadas, tal y como quería el Kremlin, en su intento de invadir la capital.
Además, añadieron, “las pérdidas de aviones y helicópteros rusos fueron sorprendentemente altas y perjudiciales”, ya que no pudieron destruir las defensas aéreas ucranianas.
Otra sorpresa fue el despliegue limitado e ineficaz del armamento electrónico ruso, que los analistas esperaban que tuvieran un papel fundamental en el ataque contra las comunicaciones ucranianas.
“Si los rusos hubieran logrado separar a los líderes militares ucranianos de quienes reciben sus órdenes, las fuerzas aéreas y de defensa aérea ucranianas se habrían visto obligadas a luchar de forma descoordinada, lo que las haría menos letales y más vulnerables a los ataques”, señala el informe del Centro Scowcroft.
Boston señala que los ucranianos han seguido utilizando sus drones turcos Bayraktar para atacar a las fuerzas rusas. “Si les alcanzan los drones turcos una o dos veces, vale”, dice. Pero si son “más de una o dos veces, algo va mal en el lado ruso”.
Para el portavoz del Pentágono, John Kirby, los rusos parecen no haber coordinado adecuadamente “sus considerables y diversas capacidades, ni gestionado la logística de la invasión”.
“Vehículos abandonados”
“Tenemos indicios desde el principio de que, aunque disponen de sofisticadas capacidades de armas combinadas, no están necesariamente integradas por completo”, añadió.
También sorprenden sus fallos logísticos: “Vemos vehículos abandonados. Vemos problemas de apoyo, no sólo con el combustible, sino con los alimentos”, dijo el miércoles Kirby.
Boston, que ha participado en simulacros de guerra de alto nivel centrados en las fuerzas rusas, dijo que hay indicios de que muchos soldados son jóvenes, no están suficientemente entrenados para este tipo de conflicto y probablemente ni sabían que iban a la guerra.
Sin embargo, ninguno de los expertos ve a los rusos fuera de juego. El avance de su ejército se ha estancado, pero eso podría solucionar sus problemas logísticos, señala Kirby.
En cambio, los expertos temen que la frustración de Putin le lleve a usar toda la fuerza de su artillería, misiles y poder aéreo sobre la población ucraniana, lo que tendría un efecto devastador.
“Rusia sigue teniendo la ventaja de un poder de combate abrumador que acabará superando a las fuerzas ucranianas a medida que la guerra continúe”, advierte el informe del Centro Scowcroft.