Para algunos donantes demócratas, el intento de asesinato de Donald Trump no ha alterado el cálculo sobre la candidatura a la reelección del presidente Joe Biden.
Para ellos, la cuestión sigue siendo simple: Biden debe hacerse a un lado para que el partido tenga alguna oportunidad en noviembre.
Uno de ellos dijo que un nuevo candidato demócrata es aún más necesario ahora para que el partido cobre impulso. Otro señaló que Biden está perdiendo en privado el respaldo de los que lo apoyaron en los días inmediatamente posteriores al debate del 27 de junio, que fue muy criticado. Otros siguen amenazando con retener millones de dólares de una candidatura con el presidente a la cabeza, aunque reconocen que eso podría no ser suficiente para provocar un cambio.
Entrevistas con más de una docena de donantes y recaudadores de fondos demócratas, que solicitaron el anonimato para hablar con libertad, revelan un sentimiento de pesimismo cada vez mayor después de que el tiroteo en un mitin de Trump en Pensilvania consolidara el apoyo en torno al expresidente, al tiempo que alivió la campaña de presión pública sobre Biden para que reconsiderara su candidatura.
Mientras tanto, los funcionarios electos están ansiosos por perder no solo la Casa Blanca, sino también escaños en la Cámara de Representantes y el control del Senado. El demócrata de la Cámara de Representantes Adam Schiff se unió el miércoles al coro de llamados para que Biden abandone la carrera, diciendo en un comunicado que tiene “serias dudas” sobre la capacidad del actual presidente para vencer a Trump. Se suma así a al menos otros 19 demócratas de la Cámara y un senador que han pedido a Biden que dé un paso al costado.
Una polémica conferencia de prensa la semana pasada y un inusual discurso en la Oficina Oval instando a la unidad han hecho poco para calmar las persistentes dudas sobre la capacidad de Biden, de 81 años, para superar la preocupación de los votantes por su edad. Una encuesta de AP-NORC realizada entre el 11 y el 15 de julio reveló que el 65% de los demócratas opinan que debería retirarse, y que el 48% de ellos no están satisfechos con él como candidato, frente al 38% antes del debate.
Es más, su petición de bajar el tono de la retórica puede socavar un tema frecuente de su campaña y un pilar clave del apoyo de los donantes: que Trump representa una amenaza para la democracia estadounidense.
“Tratar de recuperar una narrativa va a ser increíblemente difícil; no sé si se puede reiniciarla con el mismo tipo de velocidad y fiebre que tenía antes sin algún tipo de evento nuevo”, dijo Rachel Bitecofer, politóloga y estratega demócrata.
“No hay un ganador en esta guerra de reemplazar a Biden o no reemplazar a Biden”, especialmente mientras se prolonga, sostuvo. “La desunión del partido es increíblemente tóxica”.
Un representante de la campaña de Biden destacó las repetidas críticas del presidente a los llamados a que abandone la candidatura a la reelección, y el candidato enfatizó que está “totalmente comprometido”. Biden ha dicho que no le “importa lo que piensen los millonarios” y que es “la persona mejor calificada para hacer el trabajo”. La campaña recaudó US$ 127 millones en junio, su mejor mes del ciclo electoral.
Pero Biden también da razones que lo harían reconsiderar su postura. En un extracto de una entrevista con BET News que se transmitirá íntegramente el miércoles por la noche, Biden dijo que se replantearía su decisión de permanecer en la carrera “si me surgiera alguna condición médica”.
Límite de tiempo
A los demócratas se les acaba el tiempo para hacer un cambio, y es prácticamente imposible a menos que Biden se retire voluntariamente. Tal y como están las cosas, el partido tiene previsto nominarlo virtualmente a principios de agosto, antes de la Convención Nacional Demócrata que se celebrará a finales de ese mes.
Los demócratas habían considerado celebrar la votación el 21 de julio, pero postergaron la fecha tras las críticas recibidas por acelerar el proceso.
“No es una señal de fortaleza si después de intentar agotar el tiempo, de repente cancelas el cuarto tiempo del partido”, dijo John Petry, fundador de Sessa Capital, que donó a los demócratas que piden que Biden se retire.
Donna Brazile, ex presidenta interina del Comité Nacional Demócrata, dijo que el proceso de primarias que está a punto de coronar a Biden comenzó hace meses y que las normas del partido detallan los siguientes pasos, normas que, según ella, muy poca gente tiene en cuenta.
“Nunca antes en mi vida había visto tanta ignorancia y falta de respeto por el proceso”, señaló en una entrevista. “En la medida en que hay donantes, miembros de los medios de comunicación y algunos activistas y expertos que nos piden que privemos del derecho de voto a los votantes demócratas de 2024, los animo a que lean las normas”.
Posibles vías
Mientras tanto, los mercados de apuestas y los mercados financieros están cada vez más convencidos de dos cosas, que los donantes demócratas temen que estén interrelacionadas: que Biden será el candidato del partido y que Trump ganará las elecciones de noviembre.
Los donantes demócratas con mucho dinero que hablaron con Bloomberg reconocen que su ya limitado poder para influir en Biden no ha hecho más que debilitarse tras el atentado contra Trump, y lamentan que tras el debate hayan pasado dos semanas sin que se tomaran medidas decisivas.
Un donante espera que el llamado a la unidad le dé cobertura a Biden para evitar una revancha de las elecciones de 2020, que Trump afirmó falsamente que le robaron, y ceder ante otro candidato. Pero señalan que todo parece estar en suspenso por ahora y no esperan ningún cambio hasta la convención del partido.
Otro donante dijo que una forma en que Biden podría encontrar una salida sería reconocer las limitaciones de la edad —Trump tiene 78 años— y pasar la antorcha a un candidato más joven.
Otros no entienden cómo se podría desarrollar una contienda dentro del partido en el contexto de una promesa de unidad, y se preguntan por qué alguien más querría entrar en la carrera en este momento en lugar de reservar su capital político para 2028.
Mike Novogratz, por su parte, indicó adelante con la búsqueda de una alternativa a Biden. Citando un informe de que los demócratas se estaban retirando, el multimillonario dijo en X: “Yo no”.
Antes del tiroteo, en el que murió una persona y otras dos resultaron gravemente heridas, se había generado una silenciosa confianza en que una corriente de demócratas del Congreso se iba a pronunciar públicamente, lo que persuadiría a Biden a que diera un paso al costado.
Pero ahora muchos donantes, que ya se habían limitado en gran medida a observar y esperar como el resto del país, se resignan a dejar pasar el tiempo tras el impactante atentado antes de reactivar cualquier esfuerzo para cambiar la fórmula.
Algunos están esperando que nuevas encuestas le envíen a Biden un mensaje, ya que ha sugerido que los sondeos que indican que no puede ganar lo harían replantearse su campaña. Otros esperan que a otro demócrata, como la vicepresidenta Kamala Harris, le vaya en gran medida igual que al presidente, algo que el propio Trump sugirió en una entrevista a Bloomberg Businessweek.
“Existe la percepción entre gran parte de la élite de la órbita demócrata de que no es elegible”, dijo Bitecofer sobre Biden. Pero, lo más probable, es que “si se pone a un candidato diferente, la situación seguirá siendo un cara o cruz”.
“Eso se debe a que esta elección no se trata realmente de demócratas”, sostuvo. “Se trata de Donald Trump, Donald Trump y Donald Trump”.
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