El presidente Donald Trump heredó la mejor economía del mundo en el 2017 y ayudó a que fuera una de las peores. Con cualquier presidente la pandemia de coronavirus habría hecho que los estadounidenses se sintieran miserables, pero fue el desafío de Trump a la ciencia, los mensajes confusos y el vitriolo incesante lo que sumió al país en un pantano de desempleo, con una disminución de la participación laboral y desplome de la confianza empresarial no vistos en ningún otro país desarrollado. Los cuatro años de Trump en el cargo ya se consideran el mayor desastre económico para cualquier presidente de Estados Unidos en los tiempos modernos, según datos compilados por Bloomberg.