Estados Unidos instó este martes a las embajadas estadounidenses en países latinoamericanos a informar sobre los delitos derivados de la “migración masiva” y a analizar las políticas gubernamentales que facilitan estos movimientos, en línea con la campaña antimmigratoria del presidente, Donald Trump.
El Departamento de Estado explicó en un comunicado publicado en redes sociales que ha pedido a sus embajadas analizar aquellas políticas gubernamentales que “facilitan la migración masiva” o que “dan prioridad a los migrantes sobre los ciudadanos” y a exhortar a los Gobiernos de estos países de la región a combatir lo que denomina como violaciones de derechos humanos.
“EE.UU. insta a los Gobiernos a proteger sus fronteras y defender a sus ciudadanos de las violaciones de los derechos humanos provocadas por la migración masiva”, explica el comunicado en redes sociales.
“La migración masiva y las redes criminales que la facilitan causaron estragos en Estados Unidos antes de que el presidente Trump reforzara la seguridad fronteriza”, añade el mensaje.
Desde su regreso al poder en enero pasado, Trump ha endurecido las políticas migratorias del país, con miles de deportaciones y restricciones totales y parciales para entrar en territorio estadounidense a casi 40 países.
Recientemente, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. destacó que 2025 ha sido “un año de logros sin precedentes” con la salida de 605,000 personas que han sido deportadas y 1.9 millones de indocumentados que salieron voluntariamente del país, aunque la Casa Blanca no ha aportado datos que respalden esta última cifra.
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Sin embargo, ya durante la Administración del expresidente Joe Biden (2021-2025) se activaron políticas y programas económicos para tratar de abordar las causas que impulsan la inmigración, entre las que destacaban “la mala gobernanza, la corrupción, la delincuencia, la violencia, y la falta de oportunidades económicas”.
Qué dice el comunicado...
“La migración masiva y las redes criminales que la facilitan causaron estragos en Estados Unidos antes de que el presidente Trump asegurara la frontera”, publicó el Departamento de Estado el martes en X. “Las embajadas de Estados Unidos informarán sobre delitos derivados de la migración masiva e instarán a gobiernos de todo el hemisferio occidental a combatir estos abusos de derechos humanos”.
“Las embajadas analizarán políticas gubernamentales que facilitan la migración masiva o privilegian a migrantes por sobre ciudadanos”, agregó el departamento, sin detallar en qué consistirá la iniciativa.
“Amenaza existencial”
Aun así, la medida ofrece otra plataforma para que el gobierno de Trump presione a socios de seguridad y económicos de Estados Unidos a hacer más para frenar la migración en sus países. El gobierno ha buscado cada vez más identificar la migración masiva como una amenaza para Estados Unidos y sus aliados, en particular Europa, y en noviembre el Departamento de Estado calificó la migración masiva como una “amenaza existencial para la civilización occidental”.
La nueva estrategia de seguridad nacional del presidente Trump también destacó el tema, al advertir sobre los riesgos de la inmigración sin control y de los grupos criminales transnacionales, y al lanzar advertencias directas de que Europa enfrenta una “erosión civilizatoria” debido a los migrantes.
Trump, en su segundo mandato, ha avanzado en múltiples frentes para restringir tanto las vías legales como ilegales de inmigración en Estados Unidos. Eso ha incluido deportaciones masivas, la reinstauración de una prohibición de viaje para migrantes de determinados países, una fuerte reducción en el número de admisiones de refugiados y la imposición de tarifas elevadas para visas de trabajadores calificados.
Pero el presidente también ha denunciado lo que considera los peligros de la migración en otros países, al afirmar en una entrevista con Politico a inicios de este mes que las políticas migratorias de Europa son un “desastre”.
“Estados Unidos insta a los gobiernos a proteger sus fronteras y defender a sus ciudadanos frente a los abusos de derechos humanos causados por la migración masiva”, dijo el Departamento de Estado el martes en X, al agregar que Estados Unidos “está dispuesto a trabajar junto a naciones de todo el hemisferio occidental para poner fin a la crisis global de la migración masiva”.
Elaborado con información de Bloomberg y EFE
