Las últimas decisiones del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos reflejan, según los expertos, las divergencias de ambas instituciones en lo que interpretan como la recta final del endurecimiento de sus políticas monetarias para doblegar la inflación.
El BCE ejecutó este jueves su quinta subida de tipos (medio punto) en seis meses hasta situarlos en el 3%, mientras que la Reserva Federal hizo lo mismo la víspera, pero optó por un incremento más suave, un cuarto de punto, hasta llevarlos a un rango de entre 4,5 y 4,75%, su nivel más alto desde septiembre de 2007 y la octava subida consecutiva.
El objetivo de ambos bancos centrales es el mismo: doblegar sus elevadas inflaciones hasta el 2%. En el caso de la eurozona, la inflación interanual se situó este enero en el 8,5%, según el dato adelantado, y en el de Estados Unidos, en el 6,5% al cierre del año.
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Hay un “mensaje claro de que la restricción monetaria continúa, aunque quizás sea un poco menos duro que el anterior”, explicó en un comentario Alfredo Jiménez, del Instituto Español de Analistas.
Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, precisó durante su conferencia de prensa de este jueves en Fráncfort (Alemania) que el Consejo de Gobierno de la institución tiene la intención de subir en marzo otro medio punto porcentual, a la vez que dejó entrever nuevos aumentos en los próximos meses.
Para Ben Laidler, de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, “el BCE apunta claramente a una nueva subida de 0,50 puntos en marzo, lo que le diferencia de otros bancos centrales del mundo, que están frenando su batalla contra la inflación”.
La institución europea empezó a subir los tipos más tarde que la Fed y lo ha hecho en menor proporción, además de que la inflación media de la eurozona es superior a la estadounidense y su “economía está siendo sorprendentemente resistente”, añadió el experto.
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También explica en una nota a inversores que el crecimiento económico europeo tiene a su favor el descenso de los precios del gas natural, el gasto público y el crecimiento de las exportaciones, además de estar beneficiándose de la reapertura económica de China.
Laidler, que dice que esa posición de firmeza ha hecho que “el BCE sea el nuevo sheriff de la ciudad”, considera que la institución que dirige Lagarde está en la senda de una subida de 50 puntos básicos en las reuniones de marzo y mayo, antes de llegar a un máximo al término del año.
En una posición que se deja entrever como menos agresiva que la del BCE parece estar la Reserva Federal estadounidense, que este miércoles decidió alejarse de subidas anteriores de 75 y 50 puntos básicos, y optar por el cuarto de punto, ahora que la inflación empieza a dar señalar de enfriamiento.
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A juicio de Christian Scherrmann, economista de la compañía de gestión de activos DWS, la Fed se decantó por una subida moderada para dar tiempo y ver el efecto de los agresivos incrementos anteriores.
“Normalmente se considera que las subidas de tipos necesitan entre tres y cuatro trimestres para mostrar plenamente su efecto en la economía”, dijo el experto, que indicó que esa opción gana puestos en la Fed.
La explicación es que “los mercados laborales siguen mostrando una notable resistencia nueve meses después del inicio de este ciclo de subidas de tipos y podrían implicar una actitud de “esperar y ver” en breve”.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se refirió precisamente en su conferencia de prensa del miércoles a que en EEUU hay un “mercado laboral extremadamente ajustado” que “sigue estando desequilibrado”.
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Agregó que la inflación sigue en un rango muy alto y que ello justifica mantener una política monetaria restrictiva durante algún tiempo, al tiempo que dejó entrever un “posible final del ciclo de subidas al reafirmar las perspectivas de diciembre sobre un tipo terminal algo por encima del 5 %”, estimó el experto de DWS.
Para Laura Frost, directora de Inversiones del gestor de fondos M&G Public Fixed Income Team, “está claro que la Fed está enfocada en la inflación, pero es la decisión más moderada que le hemos visto desde 2029-2019″.
A los movimientos del BCE y de la Fed ha seguido el del Banco de Inglaterra, que hoy también aumentó en medio punto sus tasas de interés, que dejó en el 4%.
Fuente: EFE