Los resultados del estudio fueron citados por las autoridades sanitarias el miércoles cuando anunciaron que las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 se pondrán a disposición de los estadounidenses a partir del 20 de setiembre, ya que la protección de la vacunación inicial disminuye con el tiempo. (Foto: GEC)
Los resultados del estudio fueron citados por las autoridades sanitarias el miércoles cuando anunciaron que las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 se pondrán a disposición de los estadounidenses a partir del 20 de setiembre, ya que la protección de la vacunación inicial disminuye con el tiempo. (Foto: GEC)

La eficacia de las contra elen personas que viven en residencias de ancianos y centros de cuidado ha bajado desde que la variante Delta se convirtió en la dominante en dijeron el miércoles investigadores del gobierno.

A pesar del descenso, las vacunas siguen siendo muy eficaces para prevenir enfermedades lo suficientemente graves como para requerir hospitalización, según la investigación publicada en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los

La propagación de la variante Delta, altamente infecciosa, que según los datos de los CDC representó el mes pasado más del 80% de las nuevas infecciones en Estados Unidos, ha complicado los esfuerzos para combatir la pandemia en el país y en el mundo.

Los investigadores de los CDC compararon los datos semanales de 3,862 residencias de ancianos y centros de atención de largo plazo, desde el 1 de marzo hasta el 9 de mayo, antes de que la variante Delta se generalizara, con datos de 14,917 centros de este tipo que abarcan desde el 21 de junio hasta el 9 de agosto, cuando fue responsable de la mayoría de las nuevas infecciones.

Descubrieron que la eficacia de las vacunas de dos dosis de Pfizer-BioNTech y Moderna para prevenir cualquier infección por coronavirus -leve o grave- descendió de 74.7% a 53.1%.

Los resultados del estudio fueron citados por las autoridades sanitarias el miércoles cuando anunciaron que las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 se pondrán a disposición de los estadounidenses a partir del 20 de setiembre, ya que la protección de la vacunación inicial disminuye con el tiempo.

Los primeros que recibirán esos refuerzos serán ancianos, los que viven en residencias y otros, además de las personas con sistemas inmunitarios débiles.