Así, para el 2026, una tercera parte de las ventas de vehículos en California deberá ser de autos “cero emisiones”. (Foto: iStock)
Así, para el 2026, una tercera parte de las ventas de vehículos en California deberá ser de autos “cero emisiones”. (Foto: iStock)

Todos los vehículos nuevos que se vendan en de ahora al 2035 deberán ser “cero emisiones” contaminantes, según el proyecto normativo que sería adoptado esta semana, una medida estatal con miras a la transición energética del país.

La norma que será debatida el jueves por la Agencia de calidad del aire de ese estado (California Air Resources Board, CARB), oficializará los objetivos fijados en septiembre del 2020 por el gobernador demócrata Gavin Newsom, y que debe impulsar a otros estados a seguir el ejemplo.

El proyecto, que tiene diferentes etapas, tiene un “99.9%” de posibilidades de ser aprobado, según uno de los miembros de la CARB, Daniel Sperling, que habló en CNN.

Así, para el 2026, una tercera parte de las ventas de vehículos en California deberá ser de autos “cero emisiones”. Dicho de otro modo, solo vehículos eléctricos, a hidrógeno y algunos modelos híbridos. Y para el 2030 el volumen será de dos tercios de las ventas.

“Es monumental”, subrayó Sperling. “Es la cosa más importante que la agencia a cargo de la calidad del aire ha hecho en los últimos treinta años. Es importante no solamente para California, sino para el país y para el mundo”, comentó.

California, con sus más de 40 millones de consumidores es el mercado más grande de Estados Unidos y sus leyes tienen impacto en la producción manufacturera en todo el país.

General Motors ya anunció en enero de 2021 su intención de no construir más vehículos de emisiones contaminantes para el 2035, aún cuando el grupo no se ha comprometido abiertamente a ofrecer sólo autos eléctricos en 13 años.

De ser adoptada, algo muy probable, la norma californiana llegaría justo después de que el presidente Joe Biden promulgara la semana pasada un enorme plan de inversiones para el clima y la salud, que incluye un presupuesto de US$ 370,000 millones para reducir las emisiones de efecto invernadero en un 40% para el 2030.