Lael Brainard, gobernadora de la Reserva Federal de EE.UU. (Foto: AFP)
Lael Brainard, gobernadora de la Reserva Federal de EE.UU. (Foto: AFP)

Estados Unidos está avanzando hacia los objetivos de máximo empleo e inflación de 2% fijados por la Reserva Federal (Fed), pero la profundidad del problema aún exige que el banco central no se precipite a la hora de empezar a endurecer la política monetaria, dijo la gobernadora de la Fed Lael Brainard.

Aunque hoy estamos lejos de nuestros objetivos, estamos viendo un avance bienvenido, y espero ver más avances”, afirmó en unas declaraciones preparadas para el Club Económico de Nueva York.

Los puestos de trabajo han disminuido entre 8 millones y 10 millones en comparación con el nivel que habríamos visto en ausencia de la pandemia. Y será importante ver un avance sostenido en la inflación”, no sólo un salto temporal.

Algunos de los factores que alimentan el fuerte crecimiento actual, como el gasto fiscal y la prisa de los hogares por aprovechar una reapertura económica más amplia, probablemente se desvanecerán con el tiempo, señaló Brainard, otra razón por la que la Fed no debería dar marcha atrás demasiado pronto.

Mantenernos firmes en nuestro enfoque basado en resultados durante el alza transitoria de la reapertura contribuirá a garantizar el impulso económico que será necesario”, para asegurar que la inflación alcance y se mantenga en la meta de la Fed, y que la gente tenga el mayor tiempo posible para volver a empezar sus antiguos trabajos o encontrar otros nuevos, agregó.

La Fed se aproxima a unos meses críticos mientras trata de leer una economía que avanza en el momento inédito de reiniciarse tras una pandemia.

Lo que son juicios difíciles en tiempos normales -evaluar la trayectoria de la inflación o valorar qué métricas de empleo son más significativas- se han vuelto aún más complejos en un entorno en el que los patrones de consumo y trabajo se han trastocado, y pueden haber cambiado permanentemente por la crisis sanitaria.

La forma en que se resuelvan estas cuestiones determinará el momento en que la Reserva Federal comience a reducir sus US$ 120,000 millones en compras mensuales de bonos y, finalmente, suba las tasas de interés desde el actual nivel cercano a cero.

La Fed parece estar acercándose al inicio de ese debate. Una información clave llegará el viernes, cuando los nuevos datos de empleo muestren si la contratación se recuperó en mayo tras un abril más débil de lo esperado.

Otro mal resultado no necesariamente disminuirá la fe en la recuperación, sino que enfatizará en lo difícil que es volver a echar a andar una economía de US$ 20 billones.

Brainard ha sido una de las voces más fuertes que abogan por esperar antes de cualquier cambio para asegurarse de que la recuperación no decaiga, pero ella misma hizo una revisión de sus palabras el martes.

Aunque dijo que la política debería permanecer estable, no repitió su llamamiento para que la Reserva Federal sea “paciente” antes de hacer cualquier cambio.

Mujeres en la fuerza laboral

Por su parte, el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel KashkariLa, sostuvo que la inflación va a retroceder a medida que disminuyan los casos de COVID-19, las escuelas reabran y los beneficios por desempleo extraordinarios expiren, lo que permitirá que más personas, especialmente las mujeres, regresen a la fuerza laboral.

“En este momento hay un gran debate en los círculos económicos sobre si la economía se está sobrecalentando con todo este estímulo fiscal, si estas lecturas de inflación más altas están aquí para quedarse o no”, dijo en una entrevista con la cadena CNN.

No creo que estén aquí para quedarse porque creo que vamos a traer de vuelta a las mujeres a la fuerza laboral y a los trabajadores que han sido desplazados. Pero si no lo hacemos, entonces estas lecturas de inflación alta se volverían mucho más preocupantes porque indicarían que estamos sobrecalentando la economía”, destacó.

Salto transitorio

Por su parte, el vicepresidente de supervisión de la Fed, Randal Quarles, dijo que el reciente salto en la inflación será transitorio, pese a que la medida preferida de la Fed para el ritmo de aumento de los precios llegó en abril a 3.1%, muy por encima del objetivo de 2%.

Una lectura mensual de inflación elevada no conduce necesariamente a una inflación elevada duradera”, sostuvo Quarles en una entrevista con Politico.

Tras picos similares tras la recesión del 2007 al 2009, “pasamos una década por debajo del nivel objetivo de la Fed”, explicó.

Al salir de un evento como éste, en el que va a haber diferentes velocidades en las que las cadenas de suministro se desbloquean, diferentes velocidades en las que las diferentes partes de la economía comienzan a moverse se va a ver una presión inflacionaria y uno esperaría que fuera temporal”, agregó.