El presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump se impusieron el martes en las primarias presidenciales de sus respectivos partidos en Michigan, dando un paso más hacia lo que parece una inminente revancha entre ambos.
Biden derrotó al representante de Minnesota Dean Phillips, el único rival de importancia que le queda en las primarias demócratas. Pero los demócratas también seguían de cerca los resultados del voto “no comprometido”, ya que Michigan se ha convertido en el epicentro de los miembros no satisfechos de la coalición de Biden que lo llevaron a ganar el estado — y la presidencia — en 2020.
El número de votos “no comprometidos” ya superó el margen de 10,000 por el que Trump ganó el estado en 2016, rebasando la meta que se fijaron los organizadores de la protesta de este año.
En cuanto a Trump, completó la barrida de los primeros cinco estados de la agenda de primarias republicanas. Su triunfo en Michigan sobre su última rival restante, la exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley, se produjo después de que el expresidente la superó por 20 puntos porcentuales el sábado en Carolina del Sur, donde Haley fue gobernadora. La campaña de Trump busca alcanzar los 1,215 delegados necesarios para la nominación republicana a mediados de marzo.
Ambos equipos de campaña siguen de cerca los resultados del martes en busca de algo más que un anticipado triunfo. Para Biden, el gran número de votantes “no comprometidos” podría significar que está en graves problemas con la base demócrata de un estado que no puede darse el lujo de perder en noviembre.
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Trump, en tanto, ha tenido un mal desempeño entre los votantes de los suburbios y con títulos universitarios, y se enfrenta a una facción al interior de su propio partido que cree que el exmandatario violó la ley en uno o más de los casos penales en su contra.
Biden ya había logrado triunfos cómodos en Carolina del Sur, Nevada y Nueva Hampshire. El triunfo en Nueva Hampshire fue mediante una campaña para escribir su nombre en las papeletas, ya que no apareció formalmente en la boleta después de que el estado quebrantó las reglas nacionales del partido al adelantarse a Carolina del Sur, el cual había sido designado como el primer estado para las primarias demócratas.
Tanto funcionarios de la Casa Blanca como de la campaña de Biden viajaron a Michigan en las últimas semanas para hablar con líderes de la comunidad sobre la guerra entre Israel y Hamás y la manera en la que el presidente ha abordado el conflicto, pero estos líderes, junto con organizadores de la campaña de voto “no comprometido”, no han cambiado sus posturas.
La campaña, que había estado animando a los votantes a seleccionar “no comprometido” como forma de registrar objeciones a su gestión de la actual guerra de Israel en Gaza, ha sido el desafío político más importante de Biden en las primeras contiendas.
Esa campaña, que comenzó en serio hace sólo unas semanas, ha sido respaldada por funcionarios como la representante demócrata Rashida Tlaib, la primera mujer estadounidense de origen palestino en el Congreso.
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