El presidente de Estados Unidos Joe Biden recibirá esta semana a sus aliados del Pacífico en San Francisco y tendrá un encuentro cara a cara con el líder chino Xi Jinping, en un esfuerzo por contener la creciente influencia de Pekín.
Biden llega el martes para liderar la cumbre de las 21 economías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, ciudad que intenta recuperar su imagen como escenario de innovación tecnológica y sacudirse los epítetos negativos ganados en los últimos años por el aumento del crimen y la población sin techo.
Biden debe enfocarse en los avances de un nuevo pacto comercial para Asia, menos ambicioso que esfuerzos anteriores pero que ya ha recibido oposición en su propio partido Demócrata.
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Estados Unidos concibió el APEC hace tres décadas con la idea de que unir las economías del Pacífico a través del intercambio comercial.
Esta visión es cosa del pasado cuando se trata de China, con la administración de Biden intensificando en los últimos meses las sanciones contra Pekín, visto como el principal desafío a la primacía global de Estados Unidos.
Ambas naciones se dicen sin embargo esperanzadas de alcanzar mayor estabilidad y, ya con las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 en el horizonte y lo improbable de una visita a Washington, la cumbre de APEC llega como una oportunidad única para que Xi se encuentre con Biden en suelo estadounidense.
Se espera que ambos mandatarios se reúnan este miércoles (la primera vez desde noviembre del año pasado en la cumbre del G20 en Bali) para tratar algunas temas candentes, como Taiwán, que en dos meses celebra elecciones en las que Washington teme la injerencia de Pekín, que reivindica la soberanía, incluso con el uso de la fuerza, de esta isla democrática autogobernada.
Un oficial estadounidense expresó esperanzas de que Xi y Biden puedan “abrir nuevas vías de comunicación” en medio de las expectativas de Washington de restablecer el contacto entre ambos ejércitos, considerado especialmente vital para gestionar una crisis en Taiwán.
- Tensiones latinoamericanas -
Para otros líderes presentes en San Francisco, la APEC corre el riesgo de “sentirse como un plato secundario” al margen de Biden y Xi, pero también es probable que se sientan aliviados por esta reunión, señaló Jude Blanchette, especialista en China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
“Incluso los países de la región que están extraordinariamente preocupados por la creciente agresividad de China siguen teniendo profundas interrelaciones económicas con China y, al margen, preferirían ampliamente una relación estable entre Estados Unidos y China a una inestable”, dijo.
Del lado latinoamericano, luego de idas y venidas sobre su participación debido en parte al enfrentamiento diplomático que mantiene con el gobierno peruano, el mexicano Andrés Manuel López Obrador confirmó presencia y es esperado el jueves en San Francisco.
López Obrador se ha negado a reconocer como presidenta de Perú a Dina Boluarte, sucesora del encarcelado Pedro Castillo, quien en diciembre pasado fue detenido tras anunciar que disolvería el Parlamento y gobernaría por decreto justo cuando estaba a punto de enfrentar un juicio de destitución.
A pesar de las tensiones, Boluarte debe llegar el martes a San Francisco para cumplir una nutrida agenda que incluye una alocución en la cumbre de directores ejecutivos que transcurre en paralelo al foro.
Boluarte, al igual que el presidente chileno, Gabriel Boric, quien también comparecerá a la cita, vienen de participar en la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), organizada por Washington hace dos semanas en un intento de estrechar las alianzas comerciales en la región.
En una sorpresiva adición, llegará en calidad de observador Gustavo Petro, presidente de Colombia, país que ha perseguido ser integrado al Foro durante más de dos décadas.
- Énfasis en las alianzas -
La APEC, que habla de “economías” en vez de “países”, incluye excepcionalmente a China y Taiwán, que estará representado por el empresario Morris Chang. Quien no es esperado en la cita es el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre quien pesa una orden de detención del Tribunal Penal Internacional.
Moscú estará representada por el viceprimerministro Alexei Overchuk, el ruso de más alto nivel que pisa Estados Unidos desde la invasión de Ucrania. En contraste con su predecesor y rival, Dondald Trump, Biden ha puesto énfasis en el poder de las alianzas de Estados Unidos.
Entre sus aliados en el APEC están el primer ministro australiano, Antony Albanese; el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk Yoel.
San Francisco fue elegida por sus lazos históricos con Asia y su papel central en la tecnología mundial, pero es poco probable que la APEC pueda dejar de lado la guerra entre Israel y Hamás.
Entre los miembros de APEC no sólo se encuentra Indonesia, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, sino también la vecina Malasia, donde el Primer Ministro, Anwar Ibrahim, se dirige a San Francisco desafiando los llamamientos de la oposición al boicot por el apoyo de Estados Unidos a Israel.
Fuente: AFP
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