El aumento del límite de endeudamiento de Estados Unidos por parte del Congreso “no es negociable”, afirmó el presidente Joe Biden el miércoles, cuando los republicanos esperan votar un proyecto de ley que vincula esta medida con un recorte del gasto público.
Estaría “feliz de reunirme con (el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin) McCarthy, pero no para hablar sobre el aumento o no del techo de la deuda. Eso no es negociable”, sostuvo el mandatario en una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca con su par surcoreano, Yoon Suk Yeol.
En Estados Unidos, el Congreso debe aumentar periódicamente el tope autorizado de endeudamiento del país, para no dejar a la mayor economía mundial en incumplimiento.
LEA TAMBIÉN: EE.UU. se prepara para aumento de cruces de inmigrantes ante fin de restricciones fronterizas
La Casa Blanca pidió a los republicanos que no vinculen el presupuesto con el proceso de aumento del techo de la deuda, que suele enfrentar a los dos partidos en el Congreso.
En enero, Estados Unidos alcanzó su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares, lo que llevó al Tesoro a tomar medidas.
Estados Unidos corre el riesgo de incumplir sus obligaciones de deuda desde julio si el Legislativo no resuelve elevar el límite de endeudamiento federal, señaló a mediados de febrero la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO). Se trata de una situación sin precedentes que podría sacudir la economía mundial.
Desde la Presidencia de Barack Obama, este procedimiento que antes era una formalidad suele convertirse en una pulseada política a instancias de los republicanos, aunque siempre se alcanza un acuerdo.
Un default provocaría “una catástrofe económica y financiera”, advirtió la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
La deuda estadounidense es, por su solvencia, un refugio para el sector financiero mundial.
Desde los años 1960, el Congreso votó casi 80 veces este tipo de medidas para aumentar la capacidad de endeudamiento del país.
Contexto electoral
Además de las finanzas públicas en el corto plazo, se dibuja la elección presidencial de 2024 en el paisaje, con Biden ya como candidato declarado a su propia sucesión.
McCarthy de su lado, busca afianzar su autoridad entre los republicanos con una idea que logra consenso en su partido: forzar al gobierno de Biden a una cura de austeridad.
Su plan prevé un recorte de 4,5 billones de dólares de los gastos estimados sobre un plazo de 10 años, con excepción de los gastos militares, a cambio de un aumento de la capacidad de endeudamiento de 1,5 billones de dólares.
Para lograr su objetivo, McCarthy no puede prescindir del voto de más de cuatro representantes republicanos. Y para él, el tiempo corre: la cámara no se reunirá desde este fin de semana hasta el 9 de mayo.
Fuente: AFP
LEA TAMBIÉN: Obama sale al rescate de los demócratas previo a las elecciones en EE.UU.
¡Beneficios ilimitados con tu suscripción a Gestión! Disfruta de hasta 70% de descuento en más de 300 promociones del Club de Suscriptores, que además podrás usar todas las veces que quieras. Conócelos aquí ¿Aún no eres suscriptor?, adquiere tu plan aquí.