El expresidente Barack Obama acudió el viernes al rescate del Partido Demócrata a menos de dos semanas de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos.
Mientras el actual ocupante de la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden, se ha mostrado discreto, Obama (2009-2017) aparece en todas partes en el terreno y en los videos de campaña de su partido.
El viernes los dos líderes se pronunciaron al mismo tiempo, en dos rincones distintos del país, en este caso dos estados clave para la campaña del partido demócrata: Biden en Pensilvania (noreste) y Obama en Georgia (sur),
Y ambos defendieron una misma idea en sus discursos: la de salvar la democracia estadounidense frenando a los republicanos, el partido del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Notable regreso
Pero el expresidente demócrata, con su sentido de la oratoria y de las “punchlines”, le robó las cámaras al que ya fue su vicepresidente.
“Si ganan, no sabemos lo que podría suceder”, dijo acerca de los conservadores, saboreando visiblemente el entusiasmo del público en Atlanta.
“¡Quiero que se despeguen del sofá y vayan a votar! ¡Dejen sus teléfonos, dejen TikTok tranquilo, vayan a votar!”, reclamó.
El expresidente se había apartado de la arena política para consagrarse a actividades como la producción de documentales, publicaciones o la filantropía, entre otras.
Sin embargo, está protagonizando un notable regreso y celebrando una serie de mítines: después de Georgia, estará en Michigan y Wisconsin el sábado, en Nevada el martes, y luego en Pensilvania.
Los sondeos predicen de momento que el Partido Demócrata conservará un control precario del Senado, pero perderá el de la Cámara de Representantes en favor de la oposición republicana.
La reciente alza en las encuestas de los candidatos de la derecha conservadora, incluyendo los más virulentos seguidores de Trump, hace sin embargo temer a la Casa Blanca pérdidas más masivas de lo previsto en la Cámara. E incluso una derrota en el Senado, lo que pondría a ambas cámaras bajo control republicano.
Burbuja demócrata
Obama tiene razones para estar alerta: su partido sufrió una fuerte derrota durante las elecciones legislativas de 2010, a la mitad de su primer mandato.
“Hay une peligro inherente en el hecho de estar en la Casa Blanca y en la burbuja” del poder, dijo entonces acerca de las elecciones que suelen ser desfavorables al partido de gobierno.
Biden, que se suele presentar como un presidente cercano a la “clase media”, alejado del microcosmos de Washington, parece desde el inicio de la campaña estar encerrado en esa “burbuja”.
Aunque se desplaza regularmente para levantar fondos para los demócratas, el presidente de 79 años, impopular, no se ha aventurado a hacer campaña en estados reñidos como Arizona.
Obama incluso mostró recientemente cierta preocupación sobre la dirección adoptada por los líderes demócratas, en una entrevista dada en octubre.
Se mostró preocupado por verlos adentrarse en polémicas abstractas, acerca de temas sociales complejos y cuestiones de vocabulario, ante el riesgo de parecer desconectados de las preocupaciones cotidianas de los estadounidenses.
Pero principalmente ante las estrategias electorales sencillas adoptadas por los republicanos, que repiten los mismos mensajes contra la inseguridad y la inflación.
“Ser un poco más concretos y más prosaicos, creo que haría mucho para luchar contra la propaganda difundida continuamente por Fox News”, la cadena favorita de la extrema derecha, afirmó Obama.