Funcionarios de todo Estados Unidos están ponderando si impondrán de nuevo el uso de mascarillas en un momento de gran cantidad de contagios de COVID-19 y creciente hastío del público por las restricciones frente a la pandemia.
Gran parte del debate gira en torno a las escuelas de la nación, algunas de las cuales han estado cerradas debido a escasez de personal por infecciones. En diversos lugares, las órdenes para portar mascarillas están siendo suspendidas o rechazadas en votaciones.
A la vez, el gobierno federal está evaluando los suministros de mascarillas de alta eficacia para médicos, como las N95 y KN95.
En un encuentro con la prensa el miércoles, el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca al COVID-19, Jeff Zients, dijo que las autoridades estaban “ponderando seriamente opciones para hacer que más mascarillas de alta calidad estén disponibles para todos los estadounidenses”, e hizo notar que el gobierno tiene una reserva de más de 750 millones de mascarillas N95.
La mejor mascarilla “es la que usarás y la que puedes portar todo el día, que puedes tolerar en interiores públicos”, dijo la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC).
Funcionarios de la capital de Wyoming votaron el lunes a favor de poner fin a un mandato de uso de mascarillas para los estudiantes y maestros que estaba en vigor desde setiembre.
Por su parte, el distrito escolar del condado Cheyenne redujo los requerimientos de aislamiento por COVID-19, y exigirá que solamente las personas con síntomas y pruebas diagnósticas positivas —no sólo las que estuvieron expuestas a alguien infectado— se queden en casa cinco días y porten mascarillas los cinco siguientes.
La junta de gobernadores de la Universidad de Missouri rechazó el pedido del rector de requerir temporalmente mascarillas en el campus de Columbia, así como un mandato específico para aulas y laboratorios.
Una reunión de una junta escolar fue cancelada el lunes en Wichita, Kansas, después de que tres integrantes nuevos se rehusaron a utilizar mascarillas para una ceremonia de juramentación. Por otro lado, en la zona de Topeka funcionarios electos rechazaron una petición para obligar a usar mascarillas y exhortaron a la gente a que sea precavida, pero señalaron que no estaban dispuestos a imponer el requisito.
Algunas jurisdicciones están avanzando hacia políticas más estrictas sobre las mascarillas, incluyendo el que estén fabricadas con materiales de mayor calidad.
La semana pasada, la Universidad de Arizona anunció en su portal de internet que ordenará el uso de mascarillas de grado médico en espacios cerrados donde sea imposible guardar sana distancia. La escuela señaló en su sitio web que ya no considera adecuadas las mascarillas de tela, aunque éstas pueden ser utilizadas sobre la de grado médico para acomodarla mejor e incrementar la protección.
Un nuevo mandato para el uso de mascarillas en espacios cerrados entraba en vigor el miércoles en Nueva Orleans previo a la temporada del Mardi Gras.
Las hospitalizaciones diarias de personas con coronavirus en todo el estado de Luisiana se han septuplicado en tres semanas, un incremento que ha afectado a las clínicas, donde en ocasiones el tiempo de espera en las salas de urgencias es de hasta 12 horas, según la directora de salud de la ciudad, doctora Jennifer Avegno.
Las autoridades de salud de Omaha, Nebraska, anunciaron el martes un mandato temporal sobre las mascarillas, pero el estado ha advertido que demandará si la medida es impuesta como está previsto. El presidente del Concejo Municipal de Omaha, Pete Festersen, dijo que la mayoría de éste apoyó la decisión.
“Esta no es una decisión que tomé a la ligera. No fue nada fácil, y creo que va a generar cierto descontento”, señaló la directora de Salud del condado Douglas, Lindsay Huse. “Sin embargo, se trata de un instrumento que tenemos a disposición. Contamos con investigaciones y evidencia que muestran que el uso de mascarillas disminuye la transmisión”.
Otros lugares dudan con respecto a reactivar los requisitos que llegaron a su fin hace meses. En Michigan, donde las autoridades dijeron que las cifras récord de casos de COVID-19 y hospitalizaciones en el estado podrían alcanzar sus niveles más altos a finales de enero o en febrero antes de empezar a disminuir, las autoridades de salud continuaban renuentes a reimponer restricciones u obligar al uso de mascarillas. Continúan implorándole a la gente que se vacune, que se ponga los refuerzos, que utilice correctamente sus mascarillas en público y evite las reuniones donde haya muchas personas.
Elizabeth Hertel, directora del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan, recomendó a la gente que utilice mascarillas N95 o dos de otro tipo bien ajustadas en la cara. Un grupo de padres de familia pidió que se ordene el uso de cubrebocas, como se ha hecho en la mayoría de los distritos en forma local, aunque no a nivel estatal.
En Utah, conforme los legisladores se disponían a comenzar sus sesiones del año, el gobernador republicano Spencer Cox dispensó al Capitolio y otras instalaciones estatales del mandato municipal para el uso de mascarillas.
Jenny Wilson, alcaldesa demócrata del condado Salt Lake, dijo que el gobernador carece de la autoridad para conceder dispensas frente a esta política, que establece el uso obligatorio de mascarillas N95 y KN95 o similares durante un mes en espacios cerrados, incluidas las escuelas.