La planta nuclear de Zaporiyia está ocupada por fuerzas rusas.
La planta nuclear de Zaporiyia está ocupada por fuerzas rusas.

Estados Unidos acusó a Rusia de preparar referéndums con resultados manipulados para anexionarse territorios del este de Ucrania dentro de “las próximas semanas” y anunció nuevas sanciones si Moscú sigue con sus planes.

Así lo aseguró un alto cargo del gobierno de Joe Biden en una videollamada con periodistas en la que afirmó que “cualquier intento de anexión (por parte de Rusia) es ilegal, ilegítimo y francamente ridículo”.

La administración impuesta por Moscú en la región ucraniana de Zaporiyia, controlada en su mayor parte por el Ejército ruso, anunció el pasado lunes el inicio de los preparativos para la organización de un referéndum para la adhesión a Rusia.

Según la inteligencia estadounidense, Rusia planea convocar “falsos referéndums” de anexión en varias provincias del este ucraniano y Moscú ya ha dado instrucciones a funcionarios locales para que inicien los preparativos.

El alto cargo de la Administración de Biden aseguró que el gobierno ruso está “preocupado” por la posible baja participación en estas consultas a raíz del “daño que Rusia ha causado a Ucrania y la oposición generalizada a la ocupación rusa”.

Los funcionarios rusos saben que lo que están haciendo carece de legitimidad y no reflejará la voluntad del pueblo”, explicó el funcionario, quien aseguró que Rusia “manipulará los resultados”.

Cualquier reivindicación por parte del Kremlin de que el pueblo ucraniano quiere de alguna forma unirse a Rusia es simplemente falsa”, remarcó.

El funcionario afirmó que Estados Unidos ya ha impuesto sanciones económicas a algunos de los “títeres” que el Kremlin ha colocado en estas regiones y advirtió de que responderá “rápida y severamente con sanciones adicionales si Rusia continúa con sus planes”.

También prometió que Washington seguirá enviando ayuda militar a Ucrania para defenderse de la invasión rusa iniciada el pasado 24 de febrero e investigará todas las violaciones de derechos humanos que han ocurrido durante la guerra.

El Kremlin se ha desmarcado de las posibles consultas y ha dicho que se trata de iniciativas populares que surgen en territorios controlados por tropas rusas.