Rusia afirmó el sábado que “no aceptará” la imposición de un precio máximo a su petróleo decidida por las potencias occidentales para limitar los medios financieros de su ofensiva en Ucrania.
“No aceptaremos ese tope”, declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, citado por las agencias rusas, agregando que Moscú estaba “analizando” la medida.
Los 27 países de la Unión Europea (UE), el G7 de las economías más avanzadas y Australia acordaron el viernes imponer un precio máximo de 60 dólares al barril de petróleo procedente de Rusia, segundo exportador mundial del carburante.
La medida entrará en vigor el lunes, junto a un embargo de la UE al crudo ruso, en una nueva vuelta de tuerca de las sanciones aplicadas desde que el presidente Vladimir Putin desencadenara la operación militar en Ucrania, el 24 de febrero.