La deforestación en Colombia y la Amazonía se disparó en el primer trimestre de este año con un aumento del 40% y alcanzó un “pico histórico”, según informó este lunes la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.
En la presentación del balance de Alertas Tempranas de Deforestación, la ministra dijo que esta cifra contrasta con la tendencia positiva descendente de los últimos años en el país.
“Podemos estar en un pico histórico”, que supera incluso los datos de deforestación del primer trimestre de 2022, “un periodo que fue terrible”, según la ministra, que no dio cifras de las hectáreas devastadas.
Muhamad alertó que las previsiones para este año son muy preocupantes: “Preveíamos que iba a subir la deforestación, pero no en los niveles que está subiendo”.
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Conflicto y deforestación
El aumento de la deforestación se debe, por un lado, a la temporada seca agravada por el fenómeno de El Niño, pero también en gran medida por la coacción de grupos armados en zonas rurales, algo que para Muhamad supone una “violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH)”.
En concreto, la ministra culpó al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla de las FARC, pues no están permitiendo la aplicación de iniciativas de control y conservación natural del Plan Nacional de Desarrollo, y a su vez están “impulsando la tala de bosques como mecanismo para presionar en las negociaciones de los acuerdos de paz” con el Gobierno.
Según datos del ministerio, el aumento de la deforestación se ha visto en zonas donde el EMC tiene mayor presencia, como los departamentos del Meta, Guaviare y Caquetá, en el centro-sur del país, donde, según Muhamad, “se está poniendo a la naturaleza en mitad del conflicto”.
La ministra aprovechó para mostrar su apoyo a los presidentes de las comunidades que están siendo atacadas: “Quiero decirles a los presidentes de esas juntas comunales que cuentan con el apoyo del Gobierno, no los vamos a dejar solos”.
Previsiones del fin de El Niño
De otro lado, en el Ministerio de Ambiente ven con esperanza el comienzo de la temporada de lluvias que esperan que se prolongue a lo largo del mes de mayo.
El Gobierno colombiano declaró en noviembre del año pasado el inicio de la temporada de El Niño, momento desde el cual 354 municipios tuvieron problemas de abastecimiento de agua, razón por la que, según Muhamad, la Unidad de Gestión de Riesgo llevó a las ciudades afectadas y a zonas rurales más de 15 millones de litros de agua.
El Niño se caracteriza por un calentamiento de las aguas del océano Pacífico, lo que puede derivar en sequías en distintas regiones del mundo y provocar una elevación de las temperaturas durante un período de tiempo prolongado.
En Colombia, este fenómeno meteorológico ha intensificado las sequías y provocado la proliferación de incendios forestales que tuvieron lugar a fines de enero y principios de febrero su punto álgido, llegando incluso a quemar parte de los cerros orientales de Bogotá.
La escasez de lluvias por El Niño ha reducido dramáticamente el nivel de los embalses que abastecen de agua potable a Bogotá y otras ciudades, por lo cual el alcalde de la capital colombiana, Carlos Fernando Galán, dijo este lunes que el próximo jueves comenzará un racionamiento indefinido en la ciudad.
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