Daniel Noboa, quien se coló inesperadamente con el 23.4% de los votos a la segunda vuelta presidencial de Ecuador detrás de la candidata correísta Luisa González (33.61%), ahora es el favorito en las encuestas para imponerse el domingo en las urnas. Es un candidato millonario que se proyecta como el prototipo de éxito e intenta sacudirse de la política tradicional.
El ganador en el balotaje gobernará la nación andina a partir de diciembre hasta el 24 de mayo del 2025, cuando debía terminar su mandato el presidente Guillermo Lasso.
De 35 años de edad e hijo mayor del magnate y cinco veces candidato presidencial Álvaro Noboa y de la médica y exlegisladora Annabella Azín, Daniel Noboa heredó no sólo un legado empresarial sino también el gusto por la política, aunque evita encasillarse en alguna corriente ideológica.
LEA TAMBIÉN: Bonos de Ecuador caen ante comentarios de Noboa de recurrir a reservas
“Defender las libertades es defender la libertad de empresa, la libertad de elección, la libertad de prensa; tenemos que hacer un gobierno que tenga apertura internacional, que sepa generar empleo y dar seguridad a las personas, ese es el ‘pronoboismo’”, declaró el candidato.
Aunque “ha tratado de no presentar de frente su línea de dirección política”, Daniel Noboa representa “la continuidad con la dinámica de los sectores privados”, expuso el catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Franklin Ramírez, a The Associated Press.
Dijo que la construcción de su figura no proviene de una estructura política, sino que “es el candidato de la familia, de la corporación, de la empresa que no tiene un partido atrás”.
Con tono de voz pausado y poco confrontativo, Noboa se metió a la segunda vuelta electoral en un fenómeno que ni las encuestadoras ni sus rivales intuyeron. Él asegura que el “voto femenino y joven empujó nuestra candidatura hacia adelante”. De imponerse el domingo, Noboa terminará el periodo de Guillermo Lasso y se convertiría en el presidente más joven en la historia de Ecuador.
La presencia femenina en su campaña es relevante y se concentra en tres figuras, que según los expertos fortalecen el mensaje de servicio social y de unidad familiar que se empeña en proyectar.
Una de ellas es su madre, quien ha sido clave como lo fue en las campañas de su esposo. Con delantal blanco y estetoscopio, la doctora en medicina de 62 años recorre el país y promueve activamente la candidatura de su hijo en caravanas, reuniones y actos públicos y privados.
“Desde pequeño, Daniel nos acompañaba a nuestras brigadas médicas, ayudando de una forma u otra, organizando turnos, cargando cajas de remedios”, cuenta orgullosa la madre en la red social Tik Tok.
La belleza y la juventud de su esposa, la influencer y nutricionista ecuatoriana Lavinia Valbonesi, de 25 años, también es una constante en su campaña. Con ella postea en Tik Tok momentos románticos, divertidos, familiares, altruistas y hasta paternales, porque fue precisamente en esa red donde hicieron público el nuevo embarazo en curso de Lavinia.
En el entorno familiar que expone constantemente en redes, no falta su tía Isabel Noboa, dueña de Nobis, uno de los conglomerados empresariales más importantes de Ecuador y quien maneja tres fundaciones de beneficio social. Ella también se activó para promoverlo. “Creo en ti, Daniel”, le dijo.
Para el analista, Azín —la madre de Noboa— es el conector que mantiene viva la presencia “espectral” de su papá, quien no aparece en la campaña electoral. Mientras su tía, quien, recuerda, tiene una disputa histórica con su hermano, pretendería ser una señal de superación de conflictos. Su esposa, en cambio, “exhibe su performance de moda y tópicos de actualidad” que lo conecta con el electorado joven, pero también con el conservador.
En la campaña electoral de Noboa, prima otra faceta: la del deportista corriendo o en el gimnasio alzando pesas o la del músico compartiendo playlists, cantando y tocando en la guitarra eléctrica temas de Maná, Juan Gabriel y hasta Metallica. También aparece frecuentemente con su hijo Álvaro de un año y con Luisa de cuatro. Ella es hija de su primer matrimonio, el cual no ha estado exento de polémica en torno a infidelidades y pujas judiciales.
Incluso la amistad con el luchador de la UFC, Marlon “Chito” Vera, salió a relucir en la campaña electoral. Daniel “me ayudó cuando más lo necesitaba”, dijo Vera públicamente en alusión al soporte económico y para conseguir financiamiento para su carrera.
“Le gusta exhibir un arquetipo de hombre de familia, pero no de cualquier familia, sino de una familia de éxito”, explicó Ramírez. Su campaña se inscribe tanto en la lógica de la “tecnopolítica” que prima en las redes sociales para exhibir cosas “muy light”, como en la de la “pospolítica”, es decir, “no hablar de política, no entrar en conflicto, presentarse por fuera de la politiquería y la partidocracia”, analizó.
Pero un detalle, según Ramírez, se le escapó a Noboa hijo en esa huida de la política tradicional y es la misma que ejecutó su padre: un “dispositivo clientelar” de entrega de dádivas.
Así transcurre la campaña del delfín del emporio Noboa, quien usa chaleco antibalas y cuando es necesario se moviliza en su propio helicóptero. Promete llegar al sillón presidencial para aplicar el plan Fénix, unificar una central de inteligencia, proveer de insumos y alta tecnología a la policía y militarizar cárceles, puertos y vías para neutralizar la violencia imperante en el país.
“Nos encargaremos de liberar a nuestro barrios y ciudades de la delincuencia”, prometió Noboa también en Tik Tok.
Con un título en administración de negocios y otro en administración pública por la universidad de Harvard, Daniel Noboa comenzó su trayectoria política como legislador en 2021, pero a los 18 fundó su propia empresa y luego trabajó en la corporación de su padre, quien es el hombre más rico de Ecuador con una fortuna estimada de US$ 910 millones y un emporio de 128 empresas, en más de 50 países.
Paradójicamente, el Grupo Noboa, que pertenece al padre del candidato, tiene pagos pendientes de impuestos de unos US$ 88,46 millones hasta el lunes, y US$ 880,47 millones de deuda en impugnación, una vía administrativa que permite ventilar las diferencias entre los contribuyentes y el organismo tributario. El candidato y sus empresas no registran deudas pendientes en el órgano tributario.
Esto ha resultado en una piedra en el zapato en la campaña de Daniel Noboa, al que en un momento incómodo durante un encuentro con estudiantes de la Universidad Internacional a finales de septiembre, un joven le consultó cómo enfrentará la evasión tributaria, incluida la del conglomerado de su papá.
“La evasión es un delito y lo que está diciendo es que es un grupo que está cometiendo un delito activamente, lo que no está comprobado, así que le recomiendo que maneje las formas en ese sentido”, respondió.
Fuente: AP
LEA TAMBIÉN: Favorito de inversores aventaja a candidata correísta en Ecuador