El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) afirmó este miércoles que la actual crisis inmobiliaria en China puede lastrar su crecimiento económico en 2024, aunque el impacto puede aliviarse o evitarse si aplica las políticas correctas.
En un informe sobre previsiones económicas, el BAD señaló no obstante que en el escenario de que la crisis continúe el impacto en otras economías en desarrollo en Asia y en otras partes del mundo será limitado, exceptuando casos como el sector minero en Mongolia.
“El análisis muestra que una debilidad continuada del mercado inmobiliario puede ralentizar la economía local, pero políticas activas podrían paliar o incluso evitar su impacto en el crecimiento”, indicó la entidad multilateral, con sede en Manila.
Así, el BAD precisó que el ajuste del sector inmobiliario ante la contracción de inversión, ventas y precios en el gigante asiático no afectará a su crecimiento previsto este año en el 4.9%, pero sí podría tener impacto el año que viene, cuando se prevé que su producto bruto interno (PBI) se incremente en un 4.5%.
LEA TAMBIÉN: OCDE: inflación persistente y China, los grandes riesgos económicos globales
El organismo propuso medidas para paliar la crisis inmobiliaria como reducir los intereses de los préstamos, regulación para dinamizar las hipotecas y aplicar estímulos fiscales para apoyar la demanda y al sector.
Los autores del informe aseguraron que una apuesta decidida por estas medidas supondría una pequeña parte de los estímulos aprobados por el Gobierno chino tras la crisis de 2009 y 2010.
“Las autoridades deberían tratar de articular un aterrizaje suave facilitando un suelo para el ajuste del mercado para evitar una contracción significativa a corto plazo, así como continuar persiguiendo el objetivo de largo plazo de un sector inmobiliario más estructurado y equilibrado”, apuntaron los expertos del BAD.
LEA TAMBIÉN: Lo peor no ha pasado para sector inmobiliario chino, según encuesta de JPMorgan
La industria inmobiliaria supone entre el 21 y el 23-24% del PBI en China y, además de ser un activo de ahorro habitual entre los ciudadanos chinos, está estrechamente ligada al sector financiero, ya que un cuarto de los préstamos se destinan a hipotecas o a constructores, según el informe.
El BAD apuntó que el sector empezó a debilitarse debido a las políticas en 2020 para que la construcción tuviera menos peso en la economía y la bajada de la demanda durante la pandemia del COVID-19.
La crisis inmobiliaria en China ha afectado a los principales promotores de viviendas del país, Evergrande y Country Garden, que han sufrido en los últimos meses pérdidas millonarias, la acumulación de deudas e impagos a prestamistas.
LEA TAMBIÉN: China y su impacto en materias primas: causas de preocupación ante débil economía