La Cámara de Diputados del Congreso chileno aprobó hoy el proyecto de reducir la jornada laboral en el país sureño de 45 a 40 horas semanales. La iniciativa ahora continuará su proceso legislativo en la Comisión de Trabajo antes de pasar al Senado.

El proyecto recibió el respaldo de 88 parlamentarios en la Cámara Baja, mientras que 24 votaron en contra y hubo 27 abstenciones.

La iniciativa, impulsada en el 2017 por las diputadas del Partido Comunista de Chile Camila Vallejo y Karol Cariola, se empezó a discutir en el Congreso en las últimas semanas, abriendo un encendido debate entre defensores y detractores de la propuesta.

“Las encuestas han dado cuenta de que más del 70% de la ciudadanía respalda el proyecto de 40 horas, por lo tanto quién podría estar en contra hoy de la necesidad de rebajar la jornada laboral. Los trabajadores y trabajadoras en Chile están agobiados, hay problemas de salud mental por lo tanto sabemos que esto es una buena noticia para el país, y que haya tenido un apoyo mayoritario también. Nosotros estamos felices, sabemos que esto es una buena noticia para los chilenos y chilenas, sabemos que no es la solución a todos los problemas y por eso también lo tomamos con humildad, pero es un avance”, sostuvo la diputada Cariola tras la votación.

Debido a que a la propuesta legislativa se le presentaron indicaciones, deberá volver a la comisión de Trabajo de la Cámara Baja para seguir con su estudio. Algunos de los cambios introducidos, tiene relación con la gradualidad con la cual se implementará la propuesta, informó Diario Financiero de Chile.

“El proyecto tiene una gradualidad de un año para las grandes empresas y cinco años para las PYME, de aprobarse este año empezaría ya a regir el próximo año pero eso depende principalmente del Senado y del Gobierno, porque si el Gobierno quiere llevarlo al Tribunal Constitucional obviamente que va a retrasar la promulgación de una ley como esta”, explicó Vallejo.

Desde el oficialismo, el presidente había respondido con su propia propuesta que pasaba por rebajar las 45 horas laborales a 41 de promedio. A diferencia de la iniciativa de Vallejo, que establecía las 40 como máximo, el mandatario mantenía la jornada mensual de 180 horas y colocaba la flexibilidad laboral (pactada con el empleador) al centro de la reforma.

Chile tiene la quinta jornada laboral más extensa de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –sólo por detrás de México, Costa Rica, Corea del Sur y Grecia, y al mismo nivel que Rusia– y los chilenos y chilenas trabajan 200 horas más que el promedio de los países miembros del organismo.

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