El nuevo ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, enfrenta su primera gran prueba de confianza del mercado en su gestión cuando el Gobierno realice un canje de deuda el martes.
El ministerio ofrecerá a los inversionistas la posibilidad de canjear títulos vinculados a la inflación y otros valores por nuevos bonos “duales” con vencimiento en el 2023. Los nuevos títulos pagan a los inversionistas la mayor de dos tasas al momento del vencimiento: ya sea una tasa vinculada a la inflación o una tasa vinculada al dólar.
El canje se produce solo una semana después de que Massa asumiera el cargo de ministro de Economía mientras la inflación supera el 64% y las reservas internacionales caen a niveles críticamente bajos.
El 3 de agosto, el nuevo ministro dio a conocer una serie de medidas, incluida la promesa de detener la impresión de dinero que había impulsado los precios al consumidor, lo que provocó un repunte en los mercados de deuda locales que se liquidaron en junio en medio de temores de que la elevada inflación haría insostenible la carga de la deuda en pesos del Gobierno.
Aislado de los mercados internacionales de capital, el Gobierno del presidente Alberto Fernández ha dependido de la impresión de dinero para cubrir su déficit fiscal crónico.
La semana pasada, el banco central también elevó su tasa de referencia en 800 puntos básicos al 60% y planea subir las tasas nuevamente el 11 de agosto en un intento por reducir el exceso de dinero en la economía.
El canje ayudará a reducir los grandes vencimientos de deuda local de Argentina que expiran en los próximos meses. El Gobierno tiene alrededor de 575,000 millones de pesos (US$ 4,300 millones) en deuda local con vencimiento en agosto y más de 1 billón de pesos con vencimiento en septiembre, según la consultora local Alchemy Valores.
El monto total de títulos elegibles para el canje asciende a 2.4 billones de pesos, según Juan Manuel Pazos, economista jefe de TPCG Valores en Buenos Aires. Alrededor del 60% de eso está en manos de instituciones públicas, como el sistema de pensiones, mientras que bancos y fondos mutuos tienen entre un 20% y un 25%, dijo Pazos.
El economista piensa que el Gobierno debería poder canjear al menos el 80% de la deuda en oferta. La semana pasada, Massa dijo que el Gobierno ya había recibido compromisos del 60% de los tenedores para participar en el canje.
”Existe una posibilidad razonable de que los bancos y las compañías de seguros participen activamente en este canje porque el Gobierno ofreció un gancho de cobertura de divisas inherente”, escribieron analistas de PPI dirigidos por Joaquín Bagües. “Si estos actores se unen a la probable participación de los grandes tenedores del sector privado, la nueva financiación neta podría sorprender al alza”.
El canje se llevará a cabo entre las 10 a.m. hasta las 3 p.m., hora local.