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China prohibió la mayoría de los envíos de ropa y otras prendas negras a Hong Kong, usadas por los manifestantes en favor de la democracia, dijeron empleados de firmas chinas de transporte de paquetes, en medio de disturbios en la ciudad que llevan cuatro meses y que en ocasiones se han vuelto violentos.
Personal de atención al cliente en algunos de las principales compañías de envíos de paquetes, incluidas STO Express, ZTO Express e YTO Express, dijo que las prohibiciones entraron en vigor aproximadamente en agosto.
Un empleado de STO dijo que es posible enviar prendas de vestuario negras únicas a Hong Kong, bajo control de China, pero que los envíos de cinco o más prendas son detenidos. Tampoco se les permite transportar máscaras u órdenes al por mayor de sombrillas o varas.
"Cualquier artículo que pueda ser utilizado por una turba", afirmó.
Un empleado de servicio al cliente en Hong Kong de la firma S.F. Express de S.F. Holding dijo que no había sido informado sobre las nuevas medidas.
La red de firmas de transporte de paquetes de China está integrada por miles de compañías, de ellas ZTO, YTO, STO, Yunda Holding y S.F. Express son las más grandes. ZTO e YTO rehusaron hacer comentarios, mientras que STO dijo que se adhiere a las leyes y regulaciones de China.
SF Express, Yunda Holding y la Administración General de Aduanas de China, que gestiona las importaciones y exportaciones de bienes, no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Los manifestantes de Hong Kong suelen usar ropa y máscaras negras en las protestas. Algunas derivaron en el lanzamiento de bombas mólotov a la policía, barricadas en llamas en las calles, la destrucción de estaciones de metro y la ocupación de la legislatura. La policía ha respondido con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones lanzaagua y municiones de combate.
Los manifestantes están furiosos por lo que ven como un endurecimiento del control de Pekín sobre Hong Kong, a la que se le garantizaron 50 años de libertades que no existen en el resto de China continental bajo la fórmula “un país, dos sistemas” cuando Reino Unido regresó la ciudad en 1997.
