La extensión de la medida de excepción preocupa al mundo político por su impacto en la campaña electoral para el plebiscito previsto inicialmente para el 26 de abril, pero que fue pospuesto hasta el 25 de octubre debido al avance del coronavirus. (AFP / Martin BERNETTI)
La extensión de la medida de excepción preocupa al mundo político por su impacto en la campaña electoral para el plebiscito previsto inicialmente para el 26 de abril, pero que fue pospuesto hasta el 25 de octubre debido al avance del coronavirus. (AFP / Martin BERNETTI)

Chile renovó por tres meses el “estado de excepción constitucional por catástrofe”, que deja en manos de los militares el orden público y establece un toque de queda nocturno en un país donde la pandemia golpea con dureza, con casi 180,000 contagiados y 3,362 fallecidos.

La medida fue tomada por primera vez el 18 de marzo, cuando los casos sumaban apenas 238 y no se registraban fallecidos, y ahora fue renovado hasta setiembre, el mes previo a que se realice un plebiscito para definir el cambio o no de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Esta consulta es considerada como un paso clave para descomprimir la grave crisis social que enfrenta Chile desde el estallido social de octubre y que sacudió las calles de Santiago y otras ciudades del país antes de que irrumpiera la pandemia en marzo.

Es para proteger la vida de los chilenos”, explicó el ministro de Defensa, Alberto Espina, sobre una medida que implica mantener el toque de queda nocturno que rige entre las 22H00 y las 5H00 desde hace tres meses, junto con el control militar en las calles.

La extensión de la medida de excepción preocupa al mundo político por su impacto en la campaña electoral para el plebiscito previsto inicialmente para el 26 de abril, pero que fue pospuesto hasta el 25 de octubre debido al avance del coronavirus.

El estado de excepción por catástrofe permite al gobierno garantizar la seguridad en los hospitales y centros de atención sanitaria, proteger el traslado de insumos médicos, y facilitar el cuidado y traslado de pacientes y personal médico.

Según las autoridades, también permite que se cumplan las cuarentenas y las medidas de aislamiento social, aunque a la luz de los resultados todas las medidas de confinamiento no se tradujeron en una reducción de la movilidad de las personas que permitiera frenar el avance del virus en el país.

La polémica sobre la estrategia sanitaria y el conteo de fallecidos le costó el sábado el puesto al ministro de Salud, Jaime Mañalich, hombre de confianza del presidente Sebastián Piñera, y fue sustituido por Enrique Paris, médico pediatra y expresidente de Colegio Médico.

El recuento oficial de este lunes volvió a mostrar que el coronavirus no da tregua a Chile. En las últimas 24 horas se reportaron 5,143 nuevos contagios, para totalizar 179,436 desde el primer reportado el 3 de marzo, y 39 fallecidos inscritos, con un total de 3,362 muertos.