Con más de 400,000 enfermos de COVID y casi 15,000 muertos (entre confirmados y sospechosos), Chile tiene en la actualidad 15,388 casos activos, indicó el Ministerio de Salud. (Foto: AFP)
Con más de 400,000 enfermos de COVID y casi 15,000 muertos (entre confirmados y sospechosos), Chile tiene en la actualidad 15,388 casos activos, indicó el Ministerio de Salud. (Foto: AFP)

, que atravesó semanas críticas entre mayo y junio por la de COVID-19, estabilizó el número de nuevos casos en gran parte del país y para evitar repuntes apuesta ahora a la masiva capacidad de testeo y a la trazabilidad, el eslabón clave para levantar las .

En el populoso barrio de Renca, en el norte de Santiago, el municipio puso en marcha el llamado sistema “Centinela”, donde 200 personas trabajan en forma paralela al Ministerio de Salud para encontrar casos activos, contactar y aislar a los enfermos y a sus allegados, aplicando incluso inteligencia artificial para mayor efectividad.

“Estamos contactando al 96% de los contactos estrechos dentro de las primeras 48 horas. En otras comunas de , en promedio se identifican 0.9 contactos estrechos por cada persona que da positivo, nosotros identificamos 4.1 contactos estrechos”, señala el alcalde de esta comuna de 160,000 habitantes, Claudio Castro.

Cada vez que se detecta a un nuevo enfermo se le llama por teléfono para localizar a sus “contactos estrechos” lo antes posible. Si es necesario, se les realizan test PCR (hisopado) y si dan positivo, se vuelve a iniciar el proceso.

Pero según el alcalde, todo este trabajo no sirve de nada si el resto de la ciudad no avanza al mismo ritmo.

“Sin tener una trazabilidad contundente y bien articulada entre las distintas comunas del país, es una crónica de una muerte anunciada. Sin trazabilidad vamos a fallar”, advirtió Castro.

De hecho, Renca, a pesar de triplicar la trazabilidad a nivel nacional se mantiene en cuarentena y acumula 8,000 casos y 250 muertos. El alcalde lo atribuye al mayor número de exámenes que realizan y que arrojan un mayor número de contagiados.

Más trazadores, mejor

Con más de 400,000 enfermos de COVID y casi 15,000 muertos (entre confirmados y sospechosos), Chile tiene en la actualidad 15,388 casos activos, indicó el Ministerio de Salud.

Ante este panorama dispone de 6,810 trazadores activos y el Colegio Médico estima que son necesarios 9,000, pero la incorporación de más recursos humanos depende de la evolución de los contagios.

“El cálculo que hemos definido es de 11 trazadores (entre 8 a 12) por cada 100 casos activos. Si consideramos que hay 15,000 casos activos deberíamos tener más de 1,300 trazadores. A la fecha superamos con creces el número base”, señaló la cartera sanitaria.

No obstante, el secretario general del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, considera que Chile “está muy débil” a la hora de localizar contactos, con apenas 1.5 por paciente, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide al menos 10 por caso positivo.

Un buen ejemplo es Australia, donde por cada paciente confirmado se trazan 30 contactos. “El gobierno dice que van a aumentar a medida que aumenten los casos, pero deberíamos aumentarlos cuanto antes”, agrega Bernucci.

Un último informe de la plataforma iCOVID, que condensa información independiente del avance de la en Chile, reportó un 36% de efectividad a nivel nacional en la notificación dentro de las primeras 48 horas desde el inicio de los síntomas.

“Hemos planteado que sobre el 80% de los casos, ojalá el 90%, tengan una trazabilidad adecuada. Esto quiere decir que el paciente sea ubicado y trazado en menos de 48 horas desde el inicio de sus síntomas y que sus contactos también sean ubicados” en los primeros cuatro días, sostiene Bernucci.

Búsqueda activa de casos

A la par de la trazabilidad, Chile aspira a mantener su amplia capacidad de testeo de PCR. El país es uno de los que más test realiza en América Latina, acumulando hasta ahora más de dos millones de pruebas, con una media diaria de unos 25,000 exámenes.

A la extensa red de laboratorios que ejecutan y procesan las muestras, comenzaron a sumarse también varias iniciativas de búsqueda activa de casos, en su mayoría asintomáticos.

En los barrios humildes de La Pintana y Puente Alto, en el sur de Santiago, con menos recursos y altos índices de contagios, un autobús convertido en laboratorio de tomas de muestras PCR se convirtió en el mayor aliado de los vecinos.

En su interior, dos dentistas se convirtieron hace tres meses en tecnólogas médicas a través de una ventana y de forma gratuita examinan a quien quiera acercarse a hacerse un examen.

A una media de 100 test diarios, Francisca Gidi y Andrea Fernández llevan más de 5,000 exámenes realizados, que luego envían a la Universidad Católica.

“Las personas solo tienen que recorrer un par de cuadras desde sus casas hasta el bus y eso nos permite acercarnos a localidades donde haya mayor tasa de contagios o lugares más necesitados o con dificultad de acceso a la salud”, indica Gidi.