De las cinco grandes economías latinoamericanas, Chile ha sido el que ha registrado mejores cifras de inflación, pasando en año y medio de registrar un 14.1% en agosto de 2022, su máximo en tres décadas, a cerrar 2023 en el 3.9%.
Le siguen Brasil y México, ambos con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) a diciembre del 4.6%; Colombia, con un 9.2%; y, muy a lo lejos, Argentina, con un histórico 211.4%.
“Cerramos el año con una cifra por debajo de todas las expectativas, incluidas las del propio Banco Central. No recuerdo a nadie que haya estado previendo un IPC a diciembre inferior al 4%”, dijo la semana pasada el ministro chileno, Mario Marcel, tras conocer el cierre de 2023 y la caída intermensual del 0.5% que experimentaron los precios en diciembre, la mayor en seis años.
En su último informe, el Banco Central chileno estimó que la inflación alcanzará la meta del 3% en la segunda mitad del año, pero, a raíz de los últimos datos, la fecha podría adelantarse.
La contención de la inflación fue uno de los indicadores utilizados por The Economist para posicionar recientemente a Chile como la séptima economía de entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con mejor desempeño en 2023.
“Tormenta perfecta”
La independencia y solidez de la actuación del emisor chileno y la drástica reducción del 23.1% del gasto público en 2022 son las claves que, según expertos consultados por EFE, explican la exitosa caída de la inflación en el primer productor de cobre del mundo.
“Chile logró hacer un ajuste fiscal bastante importante en 2022, lo que obviamente generó menor presión en la demanda agregada. Esto se une a la agresiva subida de los tipos de interés que empezó a aplicar el Banco Central a mediados de 2021″, dijo a EFE Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP).
La tasa de política monetaria (TPM), el tipo de interés referencial, estuvo varios meses en el máximo histórico del 11.25%, pero el emisor empezó a bajarla en julio de 2023 y actualmente se encuentran en el 8.25%.
LEA TAMBIÉN: Chile se suma a emisores de mercados emergentes con venta de bonos en dólares
A diferencia de otros países de la región, agregó Ortiz, Chile cuenta con un elemento a favor y es que “el mercado confía en el rol de su Banco Central” y en su independencia para “mantener una inflación baja, predecible y con poca volatilidad”.
Marcela Vera, economista de la Universidad de Chile, recordó a EFE que durante la pandemia se produjo una “tormenta perfecta” que disparó la inflación, llevándola a acabar 2022 en el 12.8%.
Los más de US$ 80,000 millones en ayudas económicas entregadas por el Gobierno para paliar el impacto de la crisis, así como los masivos retiros de los fondos de pensiones, que involucraron un desembolso US$ 55,000 millones, impulsaron considerablemente el consumo y dispararon la inflación.
“La inflación no es un desequilibrio típico en la estructura económica de Chile debido fundamentalmente a que el país produce alimentos -una de las divisiones con mayor incidencia en el IPC- y a que no hemos tenido en las últimas décadas episodios de gran expansión de la demanda interna y el gasto fiscal, a excepción de la pandemia”, apuntó Vera.
¿Acelerar la bajada de tipos?
Una vez controlada la inflación, el gran reto de Chile para 2024 es volver a crecer: el año pasado registró un crecimiento nulo y para este año organismos internacionales y el propio Gobierno estiman una expansión del PBI de entre el 2% y el 2.5%.
Para Francisco Castañeda, director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, eso es algo que difícilmente se podrá lograr con unos tipos de interés tan altos: “La TPM no ha bajado con la rapidez suficiente”.
Chile, indicó a EFE, se encuentra ante el “típico dilema macroeconómico”: las altas tasas contienen por un lado de forma rápida los precios, pero “sacrifican crecimiento económico en el corto plazo”.
El mercado prevé que el emisor llevará el interés referencial al 7.5% en enero y al 4.5% en 12 meses.
Ortiz, de la UDP, es más cauteloso y cree que aún hay que esperar a que “se consolide la normalización inflacionaria” antes de bajar rápidamente las tasas.
LEA TAMBIÉN: Argentina cierra 2023 con peor registro de inflación en más de 30 años