El Gobierno de Camboya anunció que estudia construir un controvertido canal que le permita a Nom Pen tener una salida al mar, un faraónico proyecto con un coste de unos US$ 1,700 millones y financiado por China.
“El canal es un proyecto histórico que beneficiará a nuestro pueblo”, declaró el primer ministro, Hun Manet, durante un acto el jueves, para respaldar este gran proyecto de infraestructura.
El canal, que de materializarse sería bautizado como ‘Funan Techo’, contaría con un recorrido de 180 kilómetros para conectar la capital con la costa de la provincia camboyana de Kep, sur del país y que tiene salida al golfo de Tailandia.
La vía fluvial artificial tendría unos 100 metros de ancho y 5,4 metros de profundidad para permitir la navegación de grandes barcos de mercancías.
Aunque no se han publicado todos los detalles del proyecto, previamente funcionarios camboyanos indicaron en documentos oficiales que este futuro canal contaría con financiación china y se espera que la obras comiencen a finales de este año.
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Los detractores del proyecto han alertado de que su objetivo oculto es que China logre controlar una salida al mar que evite la ruta tradicional a lo largo de Vietnam y que podría facilitar la navegación de buques de guerra de Pekín.
Algo que Manet, quien asumió el poder en agosto de 2023 tras la renuncia de su progenitor, Hun Sen, niega.
“No permitiremos que (ningún país) utilice el nuestro como base contra otro país, y mucho menos como base militar”, dijo la víspera durante el acto retransmitido por sus redes sociales.
Camboya mantiene desde hace décadas una fluida relación con China, que ha financiado numerosas construcciones en el país, lo que levanta las sospechas de varios países que ven a Nom Pen como un “caballo de trolla” de Pekín en el sudeste asiático.
El pasado diciembre, dos buques de guerra chinos atracaron por primera vez en la base naval camboyana Ream, en la sureña provincia de Sihanoukville, después de la polémica desmantelación de parte de las instalaciones sufragadas por Estados Unidos.
Esta base naval, que Camboya niega vaya a ser utilizada por potencias extranjeras, está cerca del estratégico y conflictivo mar de China Meridional, donde China se disputa el control y soberanía con países como Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunéi.
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