Italia ya soportaba una prolongada ola de calor antes de que se desprendiese una enorme masa de hielo en los Alpes y matase a varias personas. Los expertos pronostican que el cambio climático empeorará las cosas y que aumentarán el calor y las condiciones desestabilizadoras.
Siete alpinistas fallecieron y hay varios desaparecidos luego de que grandes masas de hielo y roca del glaciar Marmolada se desprendiesen y provocasen una gran avalancha el domingo. Las altas temperaturas, combinadas con escasas nevadas durante el invierno, bien pueden haber provocado la tragedia, según los expertos.
Es difícil determinar el papel exacto del clima en eventos específicos y es normal que haya desprendimientos naturales de masas de hielo en los glaciares alpinos. Pero el cambio climático está generando temperaturas más altas que aceleran el derretimiento de hielos y glaciares, de acuerdo con Brian Menounos, profesor de la University of Northern British Columbia que estudia el tema.
“Los glaciares están respondiendo directamente al clima más cálido, al calentamiento del planeta”, afirmó Menounos. “Pueden responder a cambios a más largo plazo, pero también responden a estos eventos extremos”, como intensas olas de calor.
El glaciar Marmolada se encuentra en las montañas Dolomitas, una cordillera de picos empinados en el noreste de Italia. La región ya está sufriendo alteraciones asociadas con el cambio climático.
Entre fines del siglo 19 y principios del 21, las temperaturas en los Alpes subieron a un ritmo dos veces más rápido que el promedio mundial, según Copérnico, la agencia europea que estudia el medio ambiente.
Las Naciones Unidas identificó a la cuenca del Mediterráneo, que incluye a Italia, como una zona más proclive a las olas de calor. Los glaciares, es de notar, están perdiendo masa no solo en Italia, sino en el mundo entero.
El Consejo Nacional de Investigaciones dijo que el glaciar Marmolada se ha estado achicando desde hace décadas y que podría desaparece en 25 o 30 años.
Antes de la avalancha, las temperaturas durante el día en el área del glaciar giraban en torno a los 10 grados centígrados (50 Fahrenheit), cuando normalmente no superan la temperatura de congelación. El prolongado período de temperaturas altas generó circunstancias especiales, según Tobias Bolch, que investiga los glaciares en la Universidad de St. Andrews, en Escocia.
Guglielmina Adele Diolaiuti, profesora de la Universidad de Milán especializada en glaciares, señaló que las fotos del glaciar permiten determinar lo que pasó.
Los dos tercios de arriba del hielo parecen sucios, lo que revela que fueron expuestos al aire.
“Está claro que esta pendiente vertical estaba adentro de una grieta. La parte inferior es más azul, lo que indica que estaba pegada”, señaló Diolaiuti.
Es posible que se haya acumulado agua en la grieta, aumentando el peso y la presión sobre el glaciar. También puede haber aflojado la adherencia a la roca sobre la que se posaba, de acuerdo con los expertos.
Cualquiera que haya tratado de palear nieve en un día frío sabe que se adhiere al pavimento, comentó Richard Alley, profesor de la universidad estadounidense de Penn State que estudia las capas de hielo. Cuando la temperatura sube, se afloja la adhesión del hielo a la roca. “De repente, pum, todo se desprende”, dijo Alley.
Un funcionario local dijo que la porción que se desprendió tenía 200 metros (650 pies) de ancho, 80 (260) de alto y una profundidad de 60 m (casi 200 pies). Se deslizó por la ladera de la montaña a 300 km (casi 200 millas) por hora.
Los alpinistas fueron tomados por sorpresa, seguramente.
Además del calor, este invierno nevó menos que de costumbre y el norte de Italia sufre su peor sequía en 70 años. Cuando nieva poco, el hielo queda expuesto y se pueden acumular impurezas en la superficie del glaciar, oscureciéndola y haciendo que atrape más calor. Ese calor adicional hace que el hielo se derrita más rápidamente, explicó Bolch, de St. Andrews.
El martes, los rescatistas encontraron equipo y restos humanos. Las tareas de rescate se reanudaron ese día después de que una lluvia las impidiese el lunes.
Daniel Farinotti, profesor de glaciología de la ETH de Zúrich y la WSL Birmensdorf suiza, dice que el cambio climático puede reducir el riesgo de ciertas avalanchas. Los glaciares necesitan climas fríos y nevadas. Si crecen en laderas empinadas, el hielo puede desprenderse y causar avalanchas. Pero con temperaturas más altas, los glaciares se empequeñecen y representan menos peligros, según el experto.
La avalancha del domingo fue causada seguramente por el derretimiento del hielo y la nieve, de acuerdo con los expertos.
“El hielo y la nieve son muy sensibles a los aumentos de las temperaturas. Pensamos que estos eventos se van a hacer más frecuentes e intensos en el futuro”, declaró Roberta Paranuzio, que investiga el cambio climático en el Consejo Nacional de Investigaciones de Italia.
A menudo las avalanchas se producen en sectores aislados, pero la zona del Marmolada es popular entre los alpinistas.
“El clima cálido es una de las razonas por las que se produjo este evento. Al mismo tiempo, es lo que hizo que la zona resultase más atractiva para los alpinistas”, manifestó Bolch.