Pese a que la campaña no arrancará oficialmente hasta agosto, al igual que Bolsonaro, Lula da Silva ha adoptado cada vez más un tono electoral en sus apariciones. (Foto: AFP).
Pese a que la campaña no arrancará oficialmente hasta agosto, al igual que Bolsonaro, Lula da Silva ha adoptado cada vez más un tono electoral en sus apariciones. (Foto: AFP).

Decenas de miles de salieron a las calles en las principales ciudades del país este domingo para participar en actos de apoyo al presidente y otros de respaldo al exmandatario , anticipando un clima de polarización para la presidencial de octubre.

Bolsonaro llegó cerca del mediodía a la Explanada de los Ministerios frente al Congreso en Brasilia, punto de reunión de sus seguidores en la capital, que lo vitoreaban gritando “mito”, muchos vistiendo camisetas de Brasil.

“Saludar a los que están aquí en la manifestación pacífica en defensa de la Constitución, de la democracia y de la libertad. Felicitaciones a todos en Brasilia, así como a todo Brasil que estará hoy en las calles”, dijo Bolsonaro, en una transmisión en vivo por redes sociales que acompañó su caminata.

Tras saludar de cerca a los manifestantes, el mandatario se retiró sin ofrecer un discurso, a diferencia de otros actos.

El presidente de ultraderecha protagoniza una escalada de tensión con el Supremo Tribunal Federal (STF), luego de que la semana pasada decidió indultar al diputado aliado Daniel Silveira un día después de que la máxima corte lo condenara a más de 8 años de cárcel por promover actos antidemocráticos.

Los actos oficialistas, que también se replicaron en Río de Janeiro y Sao Paulo, llevaban como consigna, además de mostrar apoyo al presidente y a Silveira, la “defensa de la libertad de expresión”.

Silveira, favorecido por el perdón, participó de otro acto en Río de Janeiro, frente a la playa de Copacabana, donde bolsonaristas llevaron carteles con ataques a la Corte.

“Supremo es el pueblo. Basta con la dictadura del STF”, se leía en uno de los carteles en Copacabana.

Luciana Gomes Ribeiro, una chofer de 47 años que se manifestaba en Río, dijo a la AFP que estaba allí porque confía en que Bolsonaro “va a mejorar mucho” el país.

“Fácilmente va a ser reelecto (en octubre) si no hay fraude en el conteo de votos”, dijo Ribeiro.

Además de contrariar al STF con el indulto a Silveira, Bolsonaro ha reforzado los últimos días ataques al tribunal electoral sembrando dudas sobre la confiabilidad del sistema de urna electrónica, sin ofrecer pruebas de la supuesta vulnerabilidad.

Por su parte, el expresidente izquierdista Lula da Silva anunció que participará esta tarde de un acto por el Día del Trabajador organizado por centrales sindicales en Sao Paulo.

Seguidores del izquierdista protestaron este domingo también en Río de Janeiro y Brasilia, donde reclamaron por la alta inflación -que acumula 12.03% en 12 meses- y exigieron “basta de hambre y de corrupción”.

Según sondeos, Lula es el favorito para la elección del 2 de octubre, pese a que no evitaría una segunda vuelta con Bolsonaro, quien ha recortado la ventaja en las últimas encuestas.

Pese a que la campaña no arrancará oficialmente hasta agosto, al igual que Bolsonaro, el expresidente izquierdista (2003-2010) ha adoptado cada vez más un tono electoral en sus apariciones.