El Reino Unido organiza este jueves una cumbre virtual de recaudación de fondos para la Alianza para la Vacuna (GAVI) y su primer ministro, Boris Johnson, pidió una “nueva era de cooperación mundial” en cuestiones sanitarias ante la pandemia de coronavirus.
“Espero que esta cumbre sea el momento en que el mundo se junte para unir a la humanidad en la lucha contra la enfermedad”, afirma el discurso que debe pronunciar en la apertura, avanzado por Downing Street.
“Les pido que se unan a nosotros, para fortalecer esta alianza que salva vidas e inaugurar una nueva era de cooperación mundial en salud”, prevé decir Johnson, cuyo país es el segundo más afectado por el coronavirus con casi 40,000 muertos confirmados.
El Reino Unido es el mayor contribuyente de la GAVI, con 1,650 millones de libras (1,850 millones de euros, US$ 2,080 millones) prometidos para los próximos cinco años.
En esta cumbre virtual de más de 50 países y más de 35 jefes de Estado y de gobierno, la Alianza espera recaudar US$ 7,400 millones (6,600 millones de euros) para continuar las campañas mundiales de vacunación contra el sarampión, la poliomielitis o la fiebre tifoidea, en gran medida interrumpidas por la epidemia del COVID-19.
También se pedirá financiación para la compra y producción de una posible futura vacuna contra el COVID-19, así como su distribución en los países en desarrollo.
Para la vacuna contra el COVID-19, el objetivo de la Alianza es recaudar US$ 2,000 millones.
“Más del 80% de la población”
El multimillonario estadounidense Bill Gates, cuya fundación es muy activa en la investigación de vacunas, aseguró que numerosos laboratorios farmacéuticos están dispuestos a poner a disposición su capacidad de producción una vez que se desarrolle una vacuna, aunque no se elija la que ellos puedan estar desarrollando.
Esto es fundamental para lograr que el mayor número de personas tenga acceso a la vacuna en cuanto se encuentre, afirmó el filántropo en declaraciones a la radio pública británica BBC.
“Estas compañías lo hacen para ayudar al mundo, no porque crean que puedan obtener beneficios de una vacuna, sino porque saben que es un bien público”, aseguró.
“Cuando tengamos una vacuna, queremos desarrollar la inmunidad colectiva” y para ello hay que asegurarse de que se administra a “más del 80% de la población” mundial, añadió, reconociendo que los rumores o las teorías de la conspiración que corren por las redes sociales acerca de este fármaco podrían socavar ese objetivo.
La cumbre de GAVI se celebra en un momento delicado, en el que la pandemia ha exacerbado los ataques contra el multilateralismo, entre la ruptura del presidente estadounidense Donald Trump con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el miedo de que Estados Unidos tenga el control sobre futuras vacunas.
“Es de gran importancia, y estamos consiguiéndolo, que haya consenso internacional y apoyo en todo el mundo para encontrar una vacuna y proporcionarla a todos aquellos que son vulnerables, porque nadie estará seguro hasta que todos lo estén”, declaró Anne-Marie Trevelyan, ministra británica de Desarrollo Internacional.
Anna Marriott, encargada de salud en Oxfam, aplaudió el establecimiento de un nuevo fondo para ayudar a los países en desarrollo a acceder a una futura vacuna.
Peor subrayó en un comunicado que “la GAVI y los gobiernos que la financian deben enfrentarse primero al poder monopolístico de la industria farmacéutica que se interpone en el camino de una vacuna para los pueblos”.
“El dinero de los contribuyentes debe invertirse en vacunas y tratamientos que estén libres de derechos y disponibles para todas las naciones a precio de coste”, insistió.