Argentina propone a los acreedores de su deuda emitida bajo legislación extranjera canjear bonos emitidos entre el 2005 y 2016 por otros títulos nuevos con vencimiento entre el 2030 y 2047 con el fin de reestructurar US$ 66,238 millones de deuda y evitar caer en un cese de pagos.
En un largo comunicado de prensa, el Ministerio de Economía explicó este viernes la letra pequeña de la oferta, que aún ha de quedar formalizada ante la Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) y que ya este jueves fue adelantada por el propio presidente, Alberto Fernández.
Sobre la base ya anunciada, de pedir un período de gracia de tres años y una quita de intereses de 62% y de capital de 5.4%, la cartera ministerial anunció hoy que invita a tenedores de títulos emitidos en el 2005, 2010 y 2016 a cambiarlos por nuevos instrumentos que vencerán entre el 2030 y 2047, con rendimientos que van de 0.5% a 4.8% y que están denominados en dólares y euros.
Una vez presentada formalmente la propuesta a los acreedores, estos tendrán un plazo de veinte días para aceptarla o rechazarla.
Los nuevos títulos propuestos
El bono nuevo de más corto plazo, en dólares, vence en el 2030 y por él se comenzarán a devengar intereses en noviembre del 2022 por 0.5%, pasando a 1% en el 2025 y a 1.75% en el 2027. El mismo bono, en euros, devengará intereses de 0.5% a 0.75% en el 2022 y 2025.
Asimismo, los pagos principales se harán, según la propuesta, en cinco cuotas anuales desde el 2026 al vencimiento.
El titulo siguiente vence en el 2036 y, en dólares, empieza a devengar 0.5% de intereses en el 2022; 1.5% en el 2023; 2.75% en el 2025 y 3.875% en el 2027. En euros va de 0.5% a 2.5%.
Los pagos principales serán en seis partes nominales iguales entre noviembre del 2031, anualmente, hasta el vencimiento.
Respecto al que vence en el 2039 en dólares, los intereses comienzan a devengarse el 0.6% en el 2022 e irán incrementándose a 1.75% en el 2023; 4% en el 2025; y 4.5% en el 2027. En euros, va de 0.6% a 3.25%. Los pagos serán en once partes iguales desde el 2029.
El que termina en el 2043 en dólares comenzará a devengar en el 2022, de 0.6%; y seguirán a 3% en el 2023; 3.625% en el 2025 y 4.875% anual desde el 2029. La tasa en euros irá de 0.6% a 3.875% y los pagos se harán en 14 partes desde el 2030.
Por último, el que vence en el 2047 en dólares genera 0.5% desde el 2023 y 4.75% desde el 2027. En euros, de 0.5% a 3.5%. Los pagos comenzarán en el 2028.
Una propuesta realista
En declaraciones radiales, Alberto Fernández definió este viernes como “realista” la oferta que su Gobierno presenta para reestructurar bonos, al considerar que permitirá a Argentina, que lleva desde el 2018 en recesión y ya está acusando los efectos de la pandemia del coronavirus, dedicar durante tres años “todo su impulso al crecimiento”, y, a partir del cuarto año, empezar a cumplir la obligaciones con los bonistas.
Este jueves, en una reunión encabezada por el presidente y a la que acudieron gobernadores oficialistas y opositores, el ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó detalles de la propuesta de canje.
El funcionario indicó que la oferta conlleva reducir el capital en US$ 3,600 millones, lo que equivale a una quita de 5.4% sobre el stock adeudado, y los intereses en US$ 37,900 millones, lo que equivale a una quita de intereses de 62%.
“Hay consenso en el hecho de que Argentina hoy no puede pagar nada, no está en una situación en la que hoy eso se pueda sostener. No sólo hoy no puede pagar nada, sino que durante ciertos años no puede pagar nada. Hay consenso en que tiene que haber una reducción fuerte de la carga de deuda”, aseveró Guzmán.
El stock de deuda a reestructurar totaliza US$ 66,238 millones, repartidos en 21 bonos nominados en dólares estadounidenses, euros y francos.
Respecto a los US$ 44,000 millones que el país debe al Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro señaló que el Ejecutivo seguirá trabajando con el organismo “de forma constructiva”, para tener un nuevo programa que implique que Argentina “no tenga que hacer ningún desembolso de pagos de capital adeudado al Fondo en los próximos tres años”.
Evitar el cese de pagos
Hace tres lustros, durante el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y con Alberto Fernández como jefe del Gabinete de Ministros, Argentina tuvo que reestructurar bonos por US$ 102,000 millones que cayeron en cese de pagos a finales del 2001, durante la crisis del "corralito".
“Heredamos una situación en ese momento de default explícito. Éste de ahora es una suerte de default virtual”, señaló ayer el mandatario, que insiste en que su país quiere pagar la deuda, pero sin que suponga “más postergación” para Argentina.