Un ajuste de las pensiones de jubilación con el que se equiparan finalmente las prestaciones que se perciben en el oeste del país y en los “Länder” de la extinta República Democrática Alemana ha entrado en vigor este sábado en Alemania.
En los estados federados occidentales, las pensiones suben a partir de hoy un 4.39% y en los orientales un 5.86%, con lo que se alcanza finalmente -un año antes de lo previsto- la equiparación total.
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La pensión media se situaba en 2021 en 1,022 euros brutos al mes, según estadísticas del Seguro de Pensiones Alemán (DRV), aunque con fuertes divergencias entre hombres y mujeres y entre las diferentes regiones.
“Los salarios en ascenso y la fortaleza del mercado laboral en Alemania hacen posible este aumento”, declaró al respecto el ministro de Trabajo, el socialdemócrata Hubertus Heil, con respecto al ajuste que entra hoy en vigor.
Hasta ahora, las pensiones de los aproximadamente 21 millones de jubilados en Alemania se calculaban de forma distinta dependiendo de si la persona había cotizado en el antiguo oeste o en el antiguo este, aunque tras una reforma en 2018 comenzó un proceso de ajuste gradual.
Heil explicó, según un comunicado del Ministerio de Trabajo, que la equiparación se ha logrado antes de lo previsto gracias a la subida de sueldos -sobre cuya base se calculan las pensiones- en el este, impulsada en parte por el aumento del salario mínimo hasta 12 euros por hora.
En otoño del año pasado, el DRV había pronosticado un aumento del 3.5% en el oeste y un 4.2% en el este, por lo que el incremento que entra en vigor hoy es mayor de lo esperado.
Alemania está en proceso de retrasar su edad de jubilación hasta los 67 años de forma gradual hasta 2029, cuando los nacidos a partir de 1964 ya no podrán jubilarse antes de alcanzar dicha edad sin sufrir recortes en su pensión.
Este 1 de julio también entró en vigor una controvertida reforma del seguro de enfermedad y dependencia, al que a partir de ahora las personas sin hijos o con un solo hijo deberán pagar contribuciones más altas.
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En lugar del 3% del salario como hasta ahora, a quienes carezcan de hijos se les deducirá un 4% y a quienes tengan uno solo un 3.4%, mientras que a quienes tengan dos o más se les descontará por cada uno de ellos un 0.25% de su contribución.
Con esta reforma se pretende paliar en parte el rasante incremento del gasto público en ancianos dependientes, que de 21,920 millones anuales en 2011 subió a 49,080 millones en 2021 debido al rápido envejecimiento de la población.
Fuente: EFE